Naz Bano lleva rezando desde 2016 por el movimiento en pos del proceso de santificación de su hijo de 20 años, Akash Bashir, muerto al evitar que un terrorista suicida entrara en la abarrotada iglesia católica de San Juan. Al menos veinte personas murieron y ochenta resultaron heridas a raíz de las dos explosiones suicidas en las misas de dos iglesias el 15 de marzo de 2015 en Youhanabad.
Youhanabad es el barrio cristiano de Lahore, capital de la provincia pakistaní de Punjab. El P. Francis Gulzar, vicario general de la archidiócesis de Lahore, anunció el inicio del proceso de beatificación de Akash en el primer aniversario del ataque terrorista. La madre de Akash ha hablado con la fundación pontificia ‘Ayuda a la Iglesia que Sufre’ (ACN) sobre su duelo.
“Nos mudamos a Youhanabad en 2008. En noviembre de 2014, Akash se unió al grupo de voluntarios que velaban por la seguridad de nuestra iglesia. Todas las confesiones estaban reclutando a jóvenes tras el atentado suicida de 2013 contra la iglesia de Todos los Santos de la ciudad de Peshawar, en la provincia septentrional de Khyber Pakhtunkhwa.
Solíamos ver a los manifestantes que pedían justicia para las víctimas del atentado contra la iglesia de Peshawar, Akash solía hablar de ello con sus amigos e insistió durante tres meses en que quería ayudar a vigilar la iglesia. Estaba dispuesto a sacrificar su vida si Dios le daba la oportunidad de proteger a terceros.
Murió en la Cuaresma. Yo estaba lavando la ropa en casa cuando mi hijo se fue a la iglesia ese domingo, iba vestido todo de blanco. Momentos después, escuché disparos y en nuestra calle retumbaron las explosiones. En ese momento, recordé que había oído hablar a mujeres de las amenazas de muerte dirigidas contra la escuela de la Iglesia de Cristo [anglicana]. Los estudiantes solían hablar de las cartas amenazantes que encontraban en el buzón.
Las calles estaban llenas de gente. Al oír la segunda explosión, corrí con mi hijo menor