Este 2022 conmemoramos la versión número 17 del “Domingo de Oración por los Cristianos Perseguidos”. Esta fecha fue instituida por nuestra Conferencia Episcopal para crear conciencia sobre la persecución que viven millones de cristianos en distintas partes del mundo.
Este año centramos nuestra mirada en la violencia que sufren niñas y mujeres sólo por ser cristianas. En un mundo donde cada vez cobra más relevancia la defensa de los derechos de las mujeres, este drama no puede permanecer oculto.
La presión social, el miedo a avergonzar a la familia y la amenaza de represalias por parte de los secuestradores y sus cómplices, son algunos de los factores que explican las dificultades para investigar este tema.
El Informe de la Libertad Religiosa en el Mundo 2021 de ACN, concluyó que el número de niñas y mujeres secuestradas, violadas y obligadas a cambiar su fe, crece.
En situaciones de conflicto aumenta la persecución sexual y religiosa contra mujeres. Esto fue evidente en los territorios tomados por ISIS en Siria e Irak. El matrimonio forzado y la conversión de niñas y mujeres cristianas tenían como fin limitar el crecimiento, y a veces la misma supervivencia, del cristianismo.
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