Los Capuchinos se ocupan de parroquias llenas de vida en diversos lugares de Ucrania y, además de la Misa, ofrecen numerosos servicios espirituales a creyentes y personas en busca de la Verdad. Están a disposición de toda persona que quiera hablar sobre la fe y sobre su vida y compartir sus dudas y preocupaciones. En tiempos de guerra y crisis, la demanda de atención pastoral se ha multiplicado. Aunque Leópolis apenas se ha visto afectada por la guerra, innumerables desplazados de otras partes del país han acudido allí, y estos no sólo necesitan un techo, sino también apoyo espiritual, consejo y consuelo.
Por invitación del Arzobispo Mokrzycki, en septiembre de 2021 llegaron a Leópolis tres Capuchinos con el objetivo de organizar catequesis para adultos, encuentros con la Tercera Orden de los Franciscanos y grupos de oración en el espíritu de San Padre Pío. Sin embargo, su apostolado más importante es la confesión. En la catedral siempre existe la posibilidad de confesarse, y los Capuchinos están entre los sacerdotes disponibles para administrar allí el Sacramento de la Reconciliación.
En el pasado ya hubo dos monasterios capuchinos en Leópolis, pero estos fueron confiscados por los comunistas y destinados a otros fines, y ahora es prácticamente imposible que sean restituidos.
Los tres Padres Capuchinos viven en un departamento de dos habitaciones de apenas 50 metros cuadrados. En el trastero han instalado una minúscula “capilla”, y la cocina hace las veces de sala de estar. Evidentemente, no hay espacio para reunirse allí con los creyentes, por lo que los encuentros de oración, las charlas y la adoración eucarística suelen tener lugar en casas particulares, en departamentos o incluso en restaurantes. En verano es frecuente encontrar a los Padres en las calles o en los parques, donde tocan música, hablan con la gente sobre Dios y la consuelan. Pero como necesitan un espacio apropiado para sus actividades pastorales, nos han pedido ayuda.
En estos momentos tienen la oportunidad de comprar y renovar una casa en el barrio de Male Golosko, donde también se encuentra el cementerio con las tumbas de los capuchinos fallecidos en el pasado. Nosotros queremos apoyarlos con $ 44.680.000 (50.000 euros) para que cuenten pronto con un lugar que se ajuste a sus necesidades.