En la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Lakka, un barrio de Freetown, la capital de Sierra Leona, reina una gran alegría:
¡Gracias a tu ayuda, se ha inaugurado una nueva casa parroquial!
Hace algún tiempo les pedimos ayuda porque el párroco, P. Emmanuel Francis Alli, vivía en una casa completamente ruinosa: el tejado tenía goteras, la vieja escalera de madera estaba tan podrida que corría peligro de desplomarse, las tuberías y el cableado eléctrico estaban en un estado desolador y la casa se inundaba con frecuencia. Además, todo el mundo tenía acceso a la propiedad desde el exterior, lo que resultaba peligroso dado el alto índice de delincuencia. Originalmente, la casa se había utilizado como alojamiento para las víctimas de la guerra civil, pero, entretanto, vivir allí era intolerable y peligroso.
Los fieles ya habían intentado ayudar a su sacerdote, pero ellos mismos son pobres y sólo pueden donar dinero haciendo grandes sacrificios. Y para el párroco era mucho más importante construir una iglesia que pensar en sí mismo.
Nuestros benefactores ayudaron generosamente, logrando reunir un total de 45.000 euros, y, entretanto, ya se ha inaugurado la nueva casa parroquial. El P. Emmanuel Francis Allie escribe a todos los benefactores:
“Es para mí un gran placer manifestaros una vez más mi agradecimiento y reconocimiento. Vuestra contribución ha sido de gran ayuda para nuestra parroquia.
¡Gracias de todo corazón!”.