Crecer en una familia católica en Nigeria te marca la vida. En una tierra donde grupos terroristas -como Boko Haram o los pastores Fulani- tienen a los cristianos como blanco de ataque… El país donde 276 niñas fueron secuestradas en su escuala en Chibok; el país donde más de 200 cristianos fueron asesinados la pasada Navidad; el país donde los sacerdotes y las religiosas son secuestrados por decenas cada año; el país donde arriesgas a perderlo todo -incluso la vida- por seguir a Cristo…

El padre Kenneth Iloauchi creció en esta tierra, siéndo también testigo de la heroica labor de la Iglesia. Una Iglesia pobre en recursos pero rica en vocaciones.

Como muchas familias obligadas a huir para poder practicar libremente su fe… Decidió ir a Europa pero fue estafado por las mafias. Lo tomaron preso, lo abandonaron en el desierto y vió cómo muchos de sus compañeros perdieron la vida en un naufragio. Pero él sobrevivió para contarlo, y ofreció su vida al servicio de los demás en agradecimiento.

En marco del Domingo de Oración por la Iglesia Perseguida -que se celebrará el próximo 9 de junio en Chile- el Padre Kenneth visitará el país para dar su testimonio. Conocer su experiencia de vida es sin duda una gran oportunidad; una invitación a conocer la fe -a prueba de balas- de quienes están decididos a dejarlo todo por seguir a Dios, y cómo eso transforma también nuestra propia manera de vivir la fe.