Conoce y ayuda a los jóvenes seminaristas de Egipto
En Maadi, un suburbio de El Cairo, se están formando actualmente 28 jóvenes procedentes de diferentes partes de Egipto en el único seminario copto católico del país. Abba Romany Fawzy, el rector del seminario mayor, explica: “La misión del seminario consiste en mantener viva la llama de la fe en la Iglesia formando a generaciones de buenos sacerdotes. El objetivo es garantizar que los sacerdotes sean hombres de devoción y oración, y que su personalidad se desarrolle de forma integral”.
La mayoría de esos jóvenes varones han crecido en familias practicantes. Antown George (32) nos ha hablado de su vocación y ha explicado que, en su casa, la asistencia regular a la misa dominical era una parte importante de la vida familiar. Él y su hermano mayor eran monaguillos y cantaban en el coro de la iglesia. Con el tiempo, su búsqueda de Dios se hizo cada vez más seria y profunda, aunque, no obstante, primero estudió Matemáticas. Recuerda: “Durante todos esos años, mi familia percibía mi anhelo por el Señor y me animaba a seguir a Aquel en quien creía. No tenían nada en contra, sino que incluso se sentían felices y privilegiados de que su hijo quisiera ser sacerdote”. Al principio, sin embargo, el joven lo veía como un objetivo lejano: él mismo casi no podía creer que algún día sería sacerdote. Su madre, sin embargo, siempre tuvo la profunda convicción de que llegaría a serlo.
Sobre su vocación nos dice: “En primer lugar, es el Señor quien nos llama y nosotros escuchamos esa llamada. Antes siempre me preguntaba por el sentido de la vida. ¿Es tan banal que morimos y luego no pasa nada? Cuando intenté justificar mis convicciones como cristiano, me enfrenté a esas preguntas. Y la respuesta siempre fue la misma: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6). Y esta respuesta siempre me bastó. Por eso, a través de mi vocación sacerdotal, soy un signo del amor y del sentido de Dios. Los jóvenes preguntan mucho acerca del sentido de las cosas. Yo quiero infundirles la esperanza de que el mundo sigue teniendo sentido y de que el manantial de ese sentido es Cristo. Así como fue para mí, así quiero que sea para los demás”.
Las habitaciones del seminario mayor donde Antown George y los demás 27 jóvenes se preparan para el sacerdocio les sirven durante el período lectivo como lugar donde vivir, aprender, rezar y cultivar la vida en comunidad. En las vacaciones de verano se celebran en el edificio diferentes eventos que suelen durar de tres a cinco días, y los participantes pernoctan en el seminario. La casa no ha sido renovada desde 1990, y eso es mucho tiempo. Por eso hemos prometido $ 30.000 euros para las obras de renovación más necesarias.