“En un mundo oscurecido por la guerra y la injusticia, incluso cuando todo parece perdido… su valentía y tenacidad dan testimonio heroico de una fe que ve más allá de lo que nuestros ojos pueden ver y les da la fuerza para desafiar a la muerte en las diversas rutas migratorias contemporáneas… [los migrantes son] misioneros de esperanza en los países que los acogen, forjando nuevos caminos de fe donde el mensaje de Jesucristo aún no ha llegado o iniciando un diálogo interreligioso basado en la vida cotidiana y la búsqueda de valores comunes.”
— Papa León XIV, 2025
La Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado nos invita a reconocer que quienes se ven obligados a abandonar sus hogares no solo reciben ayuda, sino que también son portadores de esperanza y fe. Este año, el Papa León XIV nos recuerda que en los migrantes y refugiados, y en quienes los acogen y acompañan, se da un verdadero encuentro con Dios.
Los migrantes son personas que viven fuera de su país de origen, ya sea en busca de mejores oportunidades económicas o porque han sido desplazados por conflictos o persecución. A menudo enfrentan numerosos desafíos, incluyendo viajes inseguros y condiciones marcadas por factores sociales, políticos, económicos, ambientales y normativos que impactan profundamente sus experiencias migratorias.
Las causas del desplazamiento son diversas: crisis económica, inestabilidad política, conflictos armados y desastres ambientales son los principales impulsores de la migración tanto transfronteriza como interna. La mayoría de los refugiados y desplazados son acogidos por países vecinos.
Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) cuenta con una larga trayectoria brindando asistencia de emergencia a refugiados y desplazados desde 1947. Su misión se ha basado siempre en apoyar a la Iglesia Universal en medio de las crisis, ofreciendo no solo ayuda humanitaria, sino también los medios para que la presencia de Cristo sea real entre quienes más sufren. Desde la asistencia pastoral, la educación y la sanación de traumas, hasta el suministro de refugio, alimentos y atención médica, ACN trabaja en estrecha colaboración con la Iglesia local en algunos de los entornos más difíciles del mundo.
A lo largo de las décadas, su ayuda ha alcanzado a personas que padecían bajo dictaduras comunistas, que huían de la guerra en Oriente Medio, que sufrían la inestabilidad política en África, el colapso económico en Latinoamérica o emergencias humanitarias en Europa y Asia. Ya sea sosteniendo la fe de las comunidades, reconstruyendo conventos y hogares, o restaurando iglesias y escuelas, ACN acompaña a quienes se ven forzados a abandonar sus casas.
Este dossier reúne siete ejemplos de trabajo con migrantes, refugiados y comunidades desplazadas en África, Oriente Medio, Latinoamérica y Europa. Todos los proyectos están dirigidos a nuestros hermanos y hermanas en la fe, quienes nos inspiran con su testimonio y necesitan nuestro apoyo para seguir transformando vidas.
Juntos, cuentan una historia de fe en acción, una historia donde la esperanza trasciende fronteras.