| Santiago, 27 de octubre de 2025.
— Casi dos tercios de la población mundial —más de 5.400 millones de personas— viven en países donde no se respeta la libertad religiosa. Así lo revela el Informe Libertad Religiosa en el Mundo 2025, presentado por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) en la Universidad de los Andes. El informe —único en su tipo y con 25 años de historia— analiza la situación en 196 países, abarcando todas las religiones. La conclusión: en 62 países se registran graves vulneraciones:
Autoritarismo y extremismo: las mayores amenazasEl estudio identifica el autoritarismo político como el principal enemigo de la libertad religiosa: en regímenes como China, Irán, Eritrea o Nicaragua, los gobiernos controlan o castigan la práctica religiosa. También alertó sobre el avance del yihadismo en África y Asia —especialmente en el Sahel— y el nacionalismo religioso que margina a minorías en India y Myanmar. Guerras y crimen organizado agravan la situaciónLos conflictos en Ucrania, Oriente Medio y el Sahel, junto con la violencia del crimen organizado en países como México y Haití, han provocado desplazamientos masivos y ataques a comunidades religiosas. Incluso Occidente muestra señales de deterioro: solo en 2023 se registraron cerca de 1.000 ataques a iglesias en Francia y más de 600 en Grecia, además de un fuerte aumento de incidentes antisemitas y antimusulmanes tras la guerra en Gaza. El evento contó con la participación de Magdalena Lira, directora de ACN Chile, y los académicos Matías Peterssen, decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Solange Favereau y Juan Ignacio Brito. También se compartió un mensaje del sacerdote sirio Padre Fadi Najjar, quien no pudo viajar a Chile por problemas en el aeropuerto. Desde Alepo, pidió no olvidar a su pueblo: “Las heridas de la guerra no han sanado. Los niños pasan hambre, pero en medio de tanta oscuridad la fe sigue viva. Dios no nos ha olvidado”. “La libertad religiosa es el termómetro de los demás derechos humanos. Su deterioro anuncia un colapso más amplio de las libertades fundamentales”, concluye el informe. Magdalena Lira destacó que «la libertad religiosa no es un privilegio, sino un derecho. Cuando este derecho se debilita, se resquebrajan también las demás libertades». Solange Favereau, Jefa de carrera Pedagogía Media de la U. de los Andes interpeló: «¿Qué dice de nosotros como humanidad que más de la mitad de la población mundial viva sin derecho a profesar su fe?». Por su parte, y luego de su análisis internacional, el académico Juan Ignacio Brito concluyó: «No es extraño que la Libertad Religiosa sea amenazada como vemos en el mundo en el que estamos». |