En la abadía de Santa Escolástica de Umoji, situada en el sureste de Nigeria, florece la vida benedictina: 114 religiosas viven allí según la regla de San Benito, y siguen surgiendo numerosas vocaciones.
Estas Benedictinas viven en consonancia con su famoso lema ora et labora (reza y trabaja), por lo que se ganan el sustento con el trabajo de sus manos.
Su principal fuente de ingresos es la producción de hostias para la Eucaristía. Esta actividad no sólo es ideal para compatibilizarla con la vida contemplativa, sino que, además, presta un importante servicio a la Iglesia local, porque la Eucaristía es fuente y núcleo de la vida de Iglesia.
Sólo en la archidiócesis de Onitsa -donde se encuentra el convento- hay más de dos millones de católicos, y la mayoría de ellos participa activamente en la vida de Iglesia, por lo que la demanda de hostias es grande. Por desgracia, el convento sólo disponía de un equipo antiguo para hornear hostias, y este estaba parcialmente defectuoso. Por esta razón, la producción era más que ardua, y un equipo de veinte Hermanas tenía que hacer grandes esfuerzos para producir suficientes hostias. Como consecuencia, a menudo incluso se saltaban la Liturgia de las Horas, las comidas y los periodos de descanso, porque si no, no terminaban.
Nuestros benefactores donaron $ 17.679.200 (20.000 euros) para ayudar a las religiosas que, entretanto, ya han recibido una máquina que hace que su trabajo sea mucho más rápido, fácil y eficaz.
La abadesa, Madre Mary Ruphina Chukwuka, nos escribe: “Las Hermanas se han llevado una gran alegría con el nuevo equipo, y damos gracias a Dios por vuestra gran amabilidad para con nosotras. Desde su llegada, la máquina es nuestra principal fuente de ingresos, sobre todo después de la pandemia del coronavirus. Las cosas fueron muy difíciles después de la pandemia, sobre todo en combinación con la situación desfavorable de nuestro país, Nigeria, y del mundo en general. Vuestra inmensa contribución nos ha ayudado mucho”.
¡A todos los que han hecho una contribución, un cordial “que Dios os lo pague”!