“Muchos de estos ataques se dieron en octubre de 2019, producto del llamado estallido social que se produjo en Chile, pero ya antes de eso, hubo varios ataques en la región de La Araucanía vinculados a grupos subversivos que dicen reivindicar la causa mapuche, el pueblo originario de esa zona. Son grupos violentos minoritarios, que no representan a la mayoría del pueblo mapuche”, señala Magdalena Lira.
“Para algunos de esos pequeños grupos, que usan la violencia como forma de reclamar la restitución de tierras, el cristianismo es símbolo de la colonización, lo que no es así. Diversos estudios demuestran que la gran mayoría del pueblo mapuche son y se sienten cristianos. Ellos tienen derecho a que se les respete su fe, a que su libertad religiosa no sea vulnerada. Muchas de las capillas han sido construidas con gran esfuerzo por toda la comunidad, como la capilla que acaba de ser incendiada. ¿Se imaginan el dolor e impotencia de la comunidad al ver cómo el fuego consumía algo que construyeron y cuidaron con tanto esmero? El templo no son sólo los muros, el templo guarda la memoria de toda una comunidad que ha desarrollado su vida de fe en torno a él”, agrega.
El diálogo como camino para la justicia
El incendio de la capilla Nuestra Señora de los Rayos abre una nueva herida, que se suma a una larga lista de capillas y recintos religiosos que han sucumbido los últimos años, producto de incendios intencionales y, en febrero de este año, también por los incendios forestales que asolaron la región. En estos momentos, son muchas las comunidades de la zona que lamentan no tener un lugar donde reunirse a celebrar su fe.
Desde el obispado de Temuco, el administrador diocesano, Pbro. Juan Andrés Basly Erices, a través de un comunicado público, lamentó los hechos y reiteró el llamado a “la paz y a la tranquilidad de las conciencias, pensando en que los actos de violencia nunca conducen a nada y que por medio del diálogo y de la solidaridad se va a poder superar las situaciones de injusticia que ocurren en La Araucanía”.
“Como Pueblo de Dios, continuamos en oración por nuestra gente y sus comunidades e invocamos a san José, patrón de la diócesis, su protección para todos. En este tiempo de Cuaresma, invitamos a vivir la conversión y a transformar nuestros corazones”, concluye el mensaje.