Más de 300 estudiantes y profesores secuestrados en Nigeria: el Papa León XIV exige su liberación inmediata

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Más de 300 estudiantes —niños y jóvenes de entre 10 y 18 años—, junto a docentes y personal escolar, fueron secuestrados el 21 de noviembre en una serie de ataques contra escuelas católicas en el Estado del Níger, Nigeria. Hombres armados irrumpieron de madrugada en la escuela católica St. Mary’s, entre la 1:00 y las 3:00 de la mañana, en uno de los mayores secuestros masivos registrados en el país.

La diócesis de Kontagora denunció que el asalto dejó a un guardia herido de bala y provocó pánico en toda la comunidad. Las fuerzas de seguridad iniciaron operaciones de búsqueda mientras su obispo, Mons Bulus Dauwa Yohanna, pidió «calma, oración y apoyo» para lograr el regreso seguro de todas las víctimas.

El ataque contra la escuela St. Mary’s ocurre en un contexto de recrudecimiento de los secuestros en centros educativos del norte y centro de Nigeria. Solo días antes, 25 niñas fueron secuestradas en la Government Girls’ Comprehensive Secondary School de Maga, en el Estado de Kebbi, donde además fue asesinado el subdirector del colegio.

En la región de Kaduna, la violencia también continúa aumentando. El 17 de noviembre, un grupo armado irrumpió en la residencia de un sacerdote, secuestrándolo, asesinando al hermano de otro sacerdote y tomando rehenes a varias personas.

Durante el Ángelus del 23 de noviembre, el Papa León XIV pidió la liberación «inmediata» de los estudiantes y profesores secuestrados, exhortando a que las escuelas e iglesias sigan siendo «lugares de esperanza y seguridad».

Hasta ahora, alrededor de 50 alumnos lograron escapar, pero cientos siguen en manos de los captores.

 

ACN: compromiso firme con Nigeria

La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) trabaja junto a la Iglesia en Nigeria para responder a esta crisis. La organización necesita ayuda urgente para:

Atender el trauma de las víctimas del terrorismo.

Acompañar a las familias sumidas en el miedo y la incertidumbre.

Sostener la educación de los niños pese a la violencia.

Brindar consuelo y apoyo espiritual, lo más importante para quienes viven bajo constante amenaza.

ACN reafirma su compromiso de estar presente donde la Iglesia no abandona a su pueblo, especialmente en los momentos más oscuros.