Etiopía es un Estado multiétnico: más de 80 etnias, cada una con su propia lengua, conviven en este país situado en el Cuerno de África. El cristianismo cuenta con casi dos mil años de historia en Etiopía, y alrededor del 45 % de la población pertenece a la Iglesia ortodoxa etíope Tewahedo. En cambio, la fe católica es aún joven en el país, y los católicos constituyen solo una minoría de alrededor del 1% de los aproximadamente 112 millones de habitantes.
Aunque el cristianismo lleve arraigado en Etiopía desde hace mucho tiempo, todavía hay tribus que nunca han oído hablar de Jesucristo. Estas tribus viven en zonas subdesarrolladas y remotas, donde apenas hay infraestructuras y donde la gente sigue viviendo como lo hacían sus antepasados hace mucho tiempo. De estas personas se ocupan, por ejemplo, los Apostles of Jesus Missionaries, una congregación masculina fundada en Uganda en la década de los sesenta, dedicada a la primera evangelización. Esto significa que sus sacerdotes y monjes anuncian a Cristo allí donde las personas nunca han tenido contacto con la fe cristiana. Desde 1992, la congregación también está presente en Etiopía.
El padre Pius Prosper Nagawantu, su superior, nos escribe desde la diócesis de Awassa, en el sur de Etiopía, donde se suceden violentos enfrentamientos entre los diferentes grupos étnicos: “Aquí hay mucho, muchísimo que hacer en lo que respecta a la labor evangelizadora, y por eso trabajamos muy duro para formar comunidades católicas en esta extensa zona. Los 33 años que llevamos trabajando en Etiopía han sido un tiempo en el que, en las condiciones más difíciles, hemos dado testimonio de Dios y hemos experimentado un encuentro con la humanidad en su punto más débil. En este contexto participamos de la compasión de Cristo por las ovejas que atraviesan conflictos y dificultades políticas, sociales, económicas, culturales y políticas. Para ello, tenemos presentes las palabras de Jesús: “No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer” (Mt 14,16). A pesar de la inseguridad reinante, nosotros, los misioneros apóstoles de Cristo, seguimos dando testimonio de Cristo en lugares adonde la fe católica todavía no ha llegado.
Para los cinco misioneros que en la diócesis de Awassa anuncian el Evangelio a quienes nunca han oído hablar de Cristo, el padre Pío nos pide estipendios de misa. Estos sacerdotes carecen de ingresos, por lo que nos complace hacerles llegar sus intenciones de misa.