Los obispo de Venezuela alzan la voz y piden que la ayuda humanitaria sea repartida lo más pronto posible entre los venezolanos.Este 21 de febrero los obispos venezolanos difundieron un comunicado donde insisten en dar prioridad a las necesidades urgentes del pueblo venezolano que enfrenta grave deterioro en su salud a causa de la crisis alimentaria y de medicinas que los afecta.
“¡Escuchen el clamor del pueblo, dejen entrar y distribuir en paz la ayuda humanitaria!” Piden los Obispos de Venezuela frente a la insistente negativa de las autoridades a dejar entrar la ayuda humanitaria que espera ser repartida.
“El deterioro general de las condiciones de vida ha llevado al país a situaciones extremas, en particular en el campo de la alimentación y la salud. La Iglesia, en sus diversas articulaciones (el Papa, la Santa Sede, la Conferencia Episcopal, los religiosos y el Consejo de los laicos) a menudo ha pedido la posibilidad de abrir un canal humanitario. La respuesta siempre ha sido un rotundo ‘no’. Actualmente, la Asamblea Nacional, que representa legítimamente al pueblo venezolano, ha tomado la iniciativa de organizar esta ayuda con la participación de varios países y naciones hermanas”.
El texto continúa: “El país necesita ayuda humanitaria. El régimen está obligado a satisfacer las necesidades de la población y facilitar la entrada y distribución de ayuda, evitando todo tipo de violencia represiva. Pedir y recibir ayuda no es una traición a la patria; más bien es un deber moral que nos concierne a todos, dadas las dramáticas deficiencias y las urgencias sufridas por el pueblo venezolano “.
Se recuerda y ACN da cuenta de ello por la colaboración estrecha que hemos mantenido, que la atención pastoral social de la Iglesia, a través de la Caritas nacional, diocesana y parroquial, ha llevado a cabo durante muchos años un trabajo intenso y reconocido en beneficio de las personas que necesitan atención inmediata, a través de varios programas. “Repetimos lo que se dijo en la declaración de Caritas de Venezuela del 4 de febrero de 2019”, escriben los Obispos. La posibilidad de ayuda humanitaria ha generado muchas expectativas debido a las grandes necesidades de la población en materia de alimentos y salud. Queremos recordar que la ayuda está guiada por protocolos aceptados internacionalmente para responder a situaciones de crisis graves. No están al servicio de los intereses políticos, sino a los intereses de las personas más vulnerables. No resuelven todos los problemas de la población. La ayuda consiste principalmente en raciones de emergencia y suplementos para niños y ancianos con déficit nutricional y en suministros médicos, principalmente terapéuticos. Es limitado en cobertura y tiempo. Siempre es subsidiaria y no reemplaza lo que el estado debe hacer con sus recursos “.
Los Obispos reafirman el compromiso de Caritas y otras organizaciones de recibir y distribuir ayuda humanitaria, poniendo a disposición su experiencia y habilidades, respetando los derechos humanos y los principios humanitarios.
“Estamos en contra de todos los tipos de violencia – dice la Conferencia Episcopal -. Invitamos a las Fuerzas Armadas Nacionales a estar del lado de la población a la que pertenecen. El juramento de aplicar la Constitución hecha por miembros del establecimiento militar tiene como principal destinatario al pueblo venezolano: es el compromiso de defenderlo, proteger sus derechos inalienables y hacer brillar su dignidad humana. En conciencia, no tienen que respetar órdenes que intentan desafiar la vida y la seguridad de la población. En estas circunstancias, deben permitir la entrada y distribución de ayuda internacional “.
Finalmente, subrayan que “no debe crearse violencia ni manipulación entre los ciudadanos”, ya que la ayuda humanitaria “beneficiará a muchas personas que se encuentran en situaciones extremas”, y solicitan la intercesión de Nuestra Señora de Coromoto “en este momento de muchas esperanzas para el país “.
El texto está firmado por monseñor José Luis Azuaje Ayala, Arzobispo de Maracaibo Presidente de la CEV; monseñor Mario Moronta Rodríguez, Obispo de San Cristóbal 1° Vicepresidente de la CEV; monseñor Raúl Biord Castillo, Obispo de La Guaira y 2° Vicepresidente de la CEV y por monseñor José Trinidad Fernández Angulo, Obispo Auxiliar de Caracas Secretario General de la CEV.