En Cabildo, provincia de Petorca, las Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús atienden a ancianos vulnerables en el Hogar San José. Su presencia es sanadora. Sin ellas, estos abuelitos no tendrían el cuidado y el cariño que necesitan para vivir los últimos años de sus vidas. Pero así como ellos, las Hermanas también tienen necesidades. Son tan generosas, que su bienestar pasa a “segundo plano” en el orden de sus prioridades.
Viven en una precaria casa de madera que está a muy maltraer. No cuentan con espacio suficiente para reunirse y cultivar su “vida de comunidad”. Si nos ayudas, esta Navidad podemos darles el regalo de un nuevo hogar. Un lugar en donde habitará el amor de Dios que tanto necesita la comuna.