La Conferencia Episcopal de Nicaragua ha convocado un mes de oración. El Arzobispo de Managua, monseñor Brenes, explicó que serán unos días especialmente centrados en visitas al Santísimo, de ayuno, de consagración y de renovación de las promesas bautismales con el fin de “fortalecer el ánimo y la fe del pueblo”.
En Nicaragua la crisis política no ha dejado de lado la fe de su pueblo. Por el contrario, la valiente acción de la Iglesia ha ayudado a la seguridad de los nicaragüenses, ellos no se sienten solos.
Sin embargo, la fractura social es tan grande que se necesitan grandes acciones para revertir el momento. De ahí el llamado de la Conferencia Episcopal.
“Queremos como conferencia episcopal impulsar que sientan la cercanía del Señor y de Nuestra Madre en esos momentos tan difíciles que estamos viviendo”, aseguró el Cardenal Brenes.
El Cardenal Brenes explicó que durante todo este mes de oración, se llevará a cabo los jueves la exposición del Santísimo desde las 6 de la mañana hasta las 7 de la tarde; los viernes se dedicarán al ayuno y la penitencia; el sábado a la Virgen y el domingo, día del Señor, servirá para renovar las promesas bautismales.
“Cuatro días que semanalmente vamos a tener en comunión, una vivencia de Iglesia”, subrayó el Arzobispo, a lo que añadió el rezo del Santo Rosario cada día a las 9 p.m. porque “la oración es nuestra fortaleza”.
También está prevista una jornada de ayuno por la profanación de numerosas iglesias en Nicaragua, que tendrá lugar hoy 20 de julio. “Urgimos a los fieles católicos y a los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a nosotros”, invitaron los obispos.
El comunicado indicó que este día de ayuno servirá para reflexionar sobre la grave situación del país y para comprometerse a defender la vida, la verdad y la justicia. El llamado de los obispos es para toda la población, en especial a los policías, militares, empleados públicos, y a quienes su conciencia les llama a no seguir apoyando todas estas situaciones desde el Gobierno o el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Dijo que la comunidad católica está viviendo esta situación de revueltas “con mucha tensión, porque es humano ante la violencia, los disparos, la presencia de policía y paramilitares, siempre hay temor. Pero el pueblo católico lo vive con mucha confianza en el Señor y la seguridad de que Él nos protege”.
Preguntado sobre si realmente es posible el diálogo, el Arzobispo dijo que aunque parezca “difícil”, en los “momentos de conflicto y tensiones hay que poner esa gotita de confianza y de esperanza que es el diálogo”.
Además recordó que el Papa Francisco ha pedido hasta en tres ocasiones a la Iglesia en Nicaragua mantenerse en el diálogo.
El pasado 30 de junio, tras el consistorio de creación de nuevos cardenales que tuvo lugar en el Vaticano, el Arzobispo de Managua se reunió con el Papa Francisco. El Pontífice, afirmó, le animó a no dejar la vía del diálogo, “porque es la única vía y por eso como conferencia episcopal seguimos apostando al diálogo, aunque el camino es turbulento”.
Los obispos explicaron que “estos momentos de reparación e intercesión son un llamado a la conversión para todos, un tiempo de reconciliación con Dios, con nosotros mismos y con nuestros semejantes”. Por ello pidieron acercarse al sacramento de la Reconciliación.