“Un líder modesto y valiente”. ACN recuerda a mons. George Jonathan Dodo, obispo de Zaria, en Nigeria
Mons. George Jonathan Dodo fue el primer obispo de la Diócesis de Zaria, establecida en 2001, y la dirigió en circunstancias muy difíciles durante casi 20 años. Monseñor George falleció a los 66 años, a causa de una enfermedad, el 8 de julio, y fue enterrado este 4 de agosto.
La diócesis católica de Zaria está situada entre las diócesis de Sokoto y Kaduna, en el norte de Nigeria. Los cristianos son una minoría en esta parte del país y han sufrido una terrible violencia a manos de Boko Haram y otros extremistas durante muchos años.
ACN recuerda al obispo George como un líder modesto y valiente. La organización benéfica internacional ha apoyado un total de 51 proyectos en su diócesis, y ha trabajado con Mons. Dodo desde 2001 en su empeño por elevar su diócesis a lo que es hoy. Varios de estos proyectos incluían la construcción de nuevas estructuras, y más tarde evolucionaron para proporcionar seguridad y protección, debido a las crecientes amenazas, y para reconstruir las estructuras de la Iglesia tras los brotes de violencia. Los proyectos revelan las dificultades y luchas de los cristianos en la diócesis de Zaria.
George Jonathan Dodo era un hombre humilde. Cuando se convirtió en obispo, decidió vivir en una modesta casa parroquial en las afueras de la ciudad y no tenía prisa por construir una residencia episcopal. También era muy valiente. El 17 de junio de 2012, una bomba destinada a la cercana iglesia católica del Sagrado Corazón estalló cerca de su casa, matando a dos personas e hiriendo a 50. Cuando los terroristas suicidas fueron impedidos de entrar en el recinto de la iglesia católica por jóvenes católicos decididos a hacer guardia, dieron marcha atrás por la carretera y detonaron los explosivos.
Los restos del coche acabaron en el recinto de la casa del obispo, que resultó dañado. Gracias a los benefactores de ACN, se inició la construcción de una nueva casa en el recinto de la parroquia del Sagrado Corazón, pero el obispo George no se inmutó y siguió trabajando en beneficio de su rebaño.
Mons. Dodo sufría de mala salud, y había experimentado mucho dolor, pero su repentina muerte fue una sorpresa para todos.
En la misa de funeral, Mons. Julius Yakubu Kundi, obispo católico de la diócesis de Kafanchan, dijo: "No estábamos preparados para su muerte. Falleció cuando menos lo esperábamos y cuando más lo necesitábamos en la diócesis.
Su fallecimiento ha creado un gran vacío no sólo para la Iglesia de Zaria, sino también en el Estado de Kaduna, donde ha sido miembro de la Comisión Estatal de Paz durante muchos años".
Hablando de la terrible situación que vive actualmente Nigeria, subrayó: "Nunca ha habido un periodo en nuestra historia como país en el que sintamos la ausencia total de liderazgo como ahora. El quiebre casi total de la ley y el orden ha hecho que todos en este país se sientan más o menos como una especie en peligro de extinción. Los líderes eclesiásticos se sienten diariamente frustrados y abrumados por la cuestión de la falta de seguridad en sus respectivas jurisdicciones".
La situación afecta especialmente a las minorías del país. "Peor aún es para los que estamos aquí en el Norte, que además de presidir los funerales masivos de nuestros feligreses, luchamos a diario para sobrevivir al entorno hostil en el que nos encontramos para evangelizar", dijo Mons. Julius Yakubu Kundi, obispo católico de la diócesis de Kafanchan.
Mons. George Dodo nació en Zuturung Mago, diócesis de Kafanchan, el 17 de abril de 1956. Tras asistir al seminario menor de San José, en Zaria (1973-1977), estudió filosofía y teología en el seminario mayor de San Agustín, en Jos. Fue ordenado sacerdote para la archidiócesis de Kaduna el 18 de junio de 1983.
