La mayoría continua hacia la frontera después de uno o dos días, algunos hacia Transcarpacia. "Saben que tendrán que esperar en la frontera dos días más", añade el padre Draus. La parroquia abarca la parte sur de Leópolis, y la propia iglesia está situada en los límites de la ciudad, en una carretera principal que va hacia el sur. "Es difícil moverse porque hay puestos de control instalados en las carreteras donde se controla a los viajeros para proteger la ciudad de los saboteadores", comenta el padre a ACN.
La comunidad también ayuda a organizar otros puntos de acogida para personas que huyen de la guerra.
"Hemos donado mantas y colchones a una familia de la parroquia que está organizando la asistencia en su ciudad natal, fuera del paso fronterizo de Shehyni/Medyka, para los que hacen fila a pie en la frontera, la cola es de 37 kilómetros", dice el sacerdote.
Como en el centro Juan Pablo II hay clases para niños con autismo, tres familias de Kiev con niños autistas han pedido ayuda. "Si Dios quiere, vendrán y se quedarán con nosotros y los profesores les darán clases".
La gente en Ucrania mide la guerra en días: El primer día de la guerra, el tercer día de la guerra... "Los días se me hacen muy largos, me parecen meses", dice el padre Grzegorz.
El domingo acudió a la Santa Misa menos gente de lo acostumbrado, una quinta parte de los fieles que van habitualmente, porque muchos evitan salir de sus casas. Sin embargo, en medio de las dificultades, el padre Draus experimenta signos de unidad en la fe:
"Desde el sábado por la tarde hasta el domingo por la noche, bautistas y evangélicos (pentecostales) de Kiev, Yitomiry y Zaporiyia pasaron la noche en el salón parroquial. Todos estuvieron después en la celebración de la misa compartiendo su experiencia con nosotros", añade. "No veo que la guerra debilite la fe, sino más bien lo contrario. Los fieles que acudieron al servicio, entre ellos más de veinte niños, se quedaron más tiempo y rezaron juntos. Dios está ahí para ayudar".
En respuesta al estallido de la guerra en Ucrania, ACN ha lanzado un paquete de ayuda de emergencia por valor de un millón de euros. Según el presidente ejecutivo de ACN, el Dr. Thomas Heine-Geldern, el dinero beneficiará a los sacerdotes y religiosos que trabajan en parroquias, refugiados, orfanatos y residencias de ancianos de todo el país.