El invierno no será fácil... La ayuda se vuelve urgente
La ayuda comenzó a llegar a Járkov poco después de que comenzara la guerra. Con el tiempo, los sacerdotes y los voluntarios se han convertido en expertos en clasificar los alimentos, la ropa, las medicinas, los productos de higiene, los artículos para niños, etc., para poder dar así rápidamente a la gente lo que necesita. Entre 1.500 y 2.000 personas, procedentes de toda la ciudad, siguen acudiendo a la catedral en busca de ayuda porque aquí pueden conseguir diversos artículos en un solo lugar.
Sin embargo, debido a la escasez de productos, pero también al racionamiento para almacenar suministros para el otoño y el invierno para nuevos refugiados,
la distribución de ayuda se ha reducido de ser tres días a la semana a ser sólo uno.
Los bombardeos rusos han dañado gravemente las aldeas locales, por lo que la gente busca refugio en la ciudad.
“Los daños en Járkov se reparan rápidamente y las infraestructuras funcionan, pero este invierno no será fácil”, advierte el obispo. Muchos edificios tienen las ventanas rotas por los bombardeos, así que la primera tarea es garantizar que la gente pueda mantenerse caliente en sus pisos. Se siguen necesitando alimentos, artículos de abrigo y medicamentos, siendo estos últimos una prioridad, ya que el frío vendrá acompañado de enfermedades estacionales. "
>Seguimos necesitando ayuda para la gente y esta necesidad continuará durante mucho tiempo, porque la gente ahora no tiene trabajo ni ingresos, así que debemos proporcionar al menos cosas básicas", afirma monseñor Tuchapets.
ACN fue la primera organización benéfica que Mons. Tuchapets visitó tras ser nombrado obispo de Járkov en 2014. A lo largo de los años, la diócesis y ACN han puesto en marcha muchos proyectos, como la construcción en curso de la catedral y otras iglesias, centros parroquiales e infraestructuras, apoyo a sacerdotes y hermanas, proyectos de catequesis y trabajo con niños y jóvenes.