¿Cómo están los feligreses?¿Se ha visto cómo la fe es ahora el apoyo más importante para sus vidas?
La gente de nuestra parroquia es muy generosa, gracias a ellos hemos tenido comida y hemos cubierto la mayor parte de las necesidades, también los alimentos para las familias más pobres. En mi opinión la fe de la gente es fuerte, se ha mantenido fuerte gracias a la guía de los responsables internacionales del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, María Asunción y Padre Mario que nos han animado a no perder la esperanza. En este año estamos celebrando el Año de la Juventud en Pakistán, pero desgraciadamente se han tenido que suspender muchas actividades que estaban programadas.
La Iglesia en Pakistán es una iglesia joven en contacto continuo con la cultura islámica, es una Iglesia de esperanza y que vive el Evangelio. En este tiempo se ha visto claramente una vez más.
¿Qué tipo de ayuda está ofreciendo la Iglesia católica en Karachi?
Hace unas semanas, hicimos la distribución de comida y ropa. La Iglesia ha dado a la gente más necesitada azúcar, aceite, arroz, etc. Además de esto, queremos que la gente experimente que Dios está cerca de ellos, ahora más que nunca. Por eso nuestros seminaristas han llevado la comunión a las casas de todas las personas. Es un gran testimonio, tienen un corazón generoso, quieren servir a Jesús en la figura de los hermanos y hermanas de nuestra parroquia. Aunque han seguido las medidas de higiene, no han dudado en salir arriesgando su salud por los demás. Pero gracias a Dios están todos bien.
¿Qué conoces sobre la discriminación de cristianos y miembros de otras minorías por parte de algunas organizaciones benéficas en Pakistán, durante el reparto de ayuda por la emergencia del coronavirus?
Según la información que hemos recibido, es cierto que algunas asociaciones y organizaciones benéficas han dado ayuda solo a sus miembros. Ha habido algunos temas de abusos o discriminación, porque no se ha dado ayuda a gente que la necesitaba por razón de su fe, o de su pertenencia a una u otra religión. Es cierto.
¿Podrías compartir un último mensaje de fe y esperanza para las personas que lean esta entrevista?
Nuestro seminario Redemptoris Mater está bajo la protección de Nuestra Señora de Fátima, que es el nombre de la parroquia a la que pertenecemos. Y personalmente he sentido cómo la Virgen siempre nos ha cuidado. Yo pedí una señal en 2010 durante una peregrinación a Fátima, en Portugal. Y poco después pude terminar mis estudios aquí en este seminario Redemptoris Mater de Karachi. Y recuerdo que eso fue un 13 octubre de 2011, entonces dejé Karachi para continuar mis estudios y convertirme en sacerdote. Más tarde, recibí mi diaconado el 15 de agosto 2013, en la solemnidad de la Asunción de Virgen María. El 9 de diciembre de 2013, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, fui ordenado sacerdote.
La mejor forma de ayudar a nuestros hermanos católicos en Pakistán es rezar por ellos, por sus luchas diarias. Para que ellos no pierdan la esperanza, pese a las dificultades y pérdidas por esta pandemia. Pero tened por seguro que los cristianos en Pakistán tienen a María por madre, y se confían a ella, que es Nuestra Madre, la Madre de Nuestro Redentor.