El Consejo Africano de Líderes Religiosos – Religiones por la Paz, reaccionó frente a la represión por las protestas, pidiendo no recurrir al uso de la fuerza para detener las protestas pacíficas. 10 junio 2019, Cuatro personas murieron el primer día de protestas en Jartum para inducir al Consejo Militar de Transición, que sustituyó en abril al presidente Omar El Bashir, a entregar el poder a un gobierno civil. Según fuentes de la oposición, al menos 118 personas han muerto desde el sangriento ataque del 3 de junio contra la sentada de los manifestantes en Jartum. Las protestas condujeron a la dimisión y al arresto de Bashir, pero la junta militar que tomó el poder no quiere entregarlo a los civiles.
La represión de las manifestaciones pacíficas ha sido duramente criticada por el Consejo Africano de Líderes Religiosos – Religiones por la Paz (ACRL-RfP, por sus siglas en inglés) en una declaración firmada por el cardenal Onaiyekan, arzobispo de Abuja (Nigeria) y copresidente de la ACLR-RfP. “Condenamos la respuesta del Consejo Militar de Transición a las protestas pacíficas que tuvieron lugar en las calles de Jartum. El uso brutal de la fuerza para dispersar a los manifestantes pacíficos en Jartum es verdaderamente escandaloso y trágico”, dice la declaración recibida por la Agencia Fides, que denuncia “la violencia física, el uso de municiones letales, los ataques a centros de salud y la detención sin juicio de activistas y manifestantes en busca de libertad de expresión. Nos solidarizamos con ellos”, dicen los autores del mensaje. “Pedimos al ejército sudanés que ponga fin a los ataques contra los centros de salud, respete el estado de derecho y libere a todas las personas detenidas sin juicio”.
El mensaje concluyó con un llamado al diálogo entre el Consejo Militar de Transición y la alianza de la oposición en Sudán para restaurar la paz y crear las condiciones para que se forme un gobierno que satisfaga las necesidades de la población.