La reciente noticia de los viajes programadas por el Santo Padre para este 2022 llenaron de alegría a los fieles de dos países africanos duramente castigados por la violencia: Sudán del Sur, que por primera vez va a recibir la visita de un Pontífice, y la República Democrática del Congo, que aún recuerda con cariño los encuentros con el Papa Juan Pablo II.
Y aunque la preocupación de todos esté en el este de Europa, los problemas continúan en muchos países. Y todos esperan el consuelo de su pastor.
Las guerras olvidadas siguen demandando nuestra atención y claman al Cielo, dejando heridos de cuerpo y alma, pobreza y desesperanza. Pero quien no olvida es el Papa Francisco quien ha anunciado que este año visitará Congo y Sudán del Sur. Dos países que enfrentan la violencia interna desde hace años, impidiendo la paz y proyectar un futuro.
El anuncio de la visita del Papa Francisco a Sudán del Sur y a la República Democrática del Congo ha causado una gran alegría en los dos países.
“Hace tiempo que esperamos la buena noticia de la confirmación de la visita del Papa Francisco a Sudán del Sur” dijo a los medios la hermana Elena Balatti, misionera comboniana en la provincia de Sudán del Sur.
“Es un momento positivo para Sudán del Sur y la visita del Papa está definitivamente vinculada a la paz - dice la hermana Elena-. Sin embargo, por desgracia, la guerra en Ucrania mantiene en vilo al mundo entero, y aunque en Sudán del Sur hay tanta alegría y tantas expectativas positivas por esta visita, el fantasma de la guerra en otra parte del mundo que podría tener efectos negativos en otros continentes, incluida África, nos quita algo de alegría”.