“La paz es posible, no me cansaré nunca de repetirlo”, reiteró el Papa en su discurso ante los dirigentes del jovencísimo país africano, independiente desde 2011. “La paz es posible”, pero exige un “fuerte compromiso de los responsables hacia el propio pueblo”. E insistió para que «el fuego de la guerra se apague de una vez por todas».
15 abril 2019, “Los sudsudaneses están conmovidos por ver al Papa Francisco suplicar a los políticos de Sudán del Sur que mantuvieran la paz mientras les besaba los pies. Los videos y las imágenes del evento se han emitido en todas las televisiones y publicado en las redes sociales. Van de teléfono en teléfono”, explica a Fides la hermana Elena Balatti, misionera comboniana que se encuentra en Juba, la capital de Sudán del Sur.
El jueves 11 de abril, al final del retiro espiritual de los líderes políticos de Sudán del Sur en Domus Sanctae Marthae, el Papa Francisco se arrodilló ante ellos para lanzar un llamamiento por el futuro que comenzará el 12 de mayo. Francisco besó los pies del presidente de la República, Salva Kiir Mayardit, y los vicepresidentes designados, entre ellos Riek Machar y Rebecca Nyandeng De Mabior, viuda del líder sud sudanés John Garang.
“La población reconoce y aprecia enormemente los esfuerzos que el Santo Padre, los obispos y toda la Iglesia local están haciendo por la paz en Sudán del Sur”, explica la religiosa. “A todos nos ha sorprendido la insistencia del Papa Francisco al recordarles sus responsabilidades para con un pueblo que ha sufrido mucho. Por eso se arrodilló, lo hizo en nombre del pueblo de Sudán del Sur. Y fue un gesto muy apreciado por la gente de aquí”, concluye la misionera.
El retiro fue convocado por el Santo Padre a instancias del arzobispo anglicano de Canterbury, Justin Welby, quien precisamente dirigió el encuentro.
“A ustedes tres, que firmaron el acuerdo de paz, les pido, como hermano: permanezcan en la paz”, dijo Su Santidad a los africanos. “Lo pido de corazón: sigamos adelante, habrá muchos problemas, pero no se espanten. Sigan adelante, resuelvan los problemas. Ustedes han puesto en marcha un proceso; ¡que acabe bien! Habrá luchas entre ustedes, pero que sean adentro de la oficina. ¡Ante el pueblo, las manos unidas! Así, de simples ciudadanos se convertirán en padres de naciones. Permítanme pedírselo con el corazón, con mis sentimientos más profundos”.
El Papa Francisco terminó el encuentro con una oración común, después de expresar su deseo de viajar próximamente «a su amada nación», en compañía del arzobispo Welby y del moderador de la Iglesia Presbiteriana de Escocia, John Chalmers. Ambos firmaron las Biblias que recibieron todos los participantes en el retiro. Cada ejemplar lleva inscrita, a modo de dedicatoria, el mensaje: “Busca lo que une. Supera lo que divide”.