La Archidiócesis católica de Colombo ayudó inmediatamente a los heridos y a los familiares de los muertos a curar las heridas, enterrar a los muertos y aliviar las necesidades más acuciantes. Las heridas psicológicas, sin embargo, son profundas. Las personas que sobrevivieron a los atentados están gravemente traumatizadas, y los familiares de los muertos sufren luto y dolor. A ello cabe añadir el temor de la gente a que los ataques se repitan en cualquier momento, por lo que muchos sufren de ansiedad. La Archidiócesis de Colombo desea ayudar a los afligidos y traumatizados a curar sus heridas del alma con terapias de trauma, asesoramiento y acompañamiento. Especialmente los niños que sobrevivieron a los atentados necesitan ayuda para recuperar su confianza en la vida y no sufrir las consecuencias de estas terribles experiencias durante el resto de sus vidas.
Para ello, es preciso formar a 300 asesores que puedan ayudar de manera competente a las familias afectadas, y también está previsto formar a líderes juveniles y otras personas que estén en contacto con los afectados para que se sensibilicen acerca de estos problemas y sean capaces de identificar los traumas. ACN contribuye con $70.027.960 (82.000 euros).