Mensaje de Mons. Samir Nassar, Arzobispo Maronita de Damasco, acercándose a la Cuaresma:
Imagine que el salario de su familia se reduce en un 50% en tres meses. Una escena caótica que infla los precios y afecta especialmente a las familias más modestas y pobres. La inflación dramática y el aumento de los precios están llevando a todos los ciudadanos de la austeridad a la pobreza y la miseria extrema. La escasez de combustible, de gas doméstico y de electricidad hacen que los más vulnerables, los niños, los enfermos y los ancianos, se sumerjan en la oscuridad y el frío mortal.
Caridad congelada
La crisis bancaria en el Líbano provoca el bloqueo de los ahorros de los sirios, de las instituciones y las personas, incluidas las cuentas de los organismos de caridad, que se declaran indefensos en estos días de grandes miserias. A medida que las emergencias se vuelven inevitables, los pobres se quedan con su triste destino y sus pequeñas limosnas se bloquean y congelan...
Mientras, la situación social se vuelve cada vez más urgente y dramática, y corre el riesgo de empeorar, especialmente con el enfrentamiento iraní-estadounidense que impide el paso a "Simón de Cirene" y a toda compasión...
Cuaresma Anticipada
Esta crisis, nunca vista incluso durante los años de guerra, sumerge a nuestros fieles en una época de ayuno y Cuaresma anticipados. Asegurar el pan diario se convierte en la pesadilla de cada día.
Esta nueva situación hace que la Iglesia sea un "Muro de los Lamentos". La gente viene aquí para gritar, llorar por ayuda, buscar consuelo en silencio y vivir la pasión de Cristo antes de la Semana Santa.
Una nueva vocación en los colores de las Bienaventuranzas surge sobre los cimientos del amor, el perdón, el compartir, la alabanza y la compasión ... a la luz de la esperanza de Pascua.
+ Samir NASSAR, Arzobispo Maronita de Damasco