en los pueblos indígenas, ribereños, de asentamientos, y en todos los pueblos que habitan esta región. Por lo tanto, para tener una Iglesia más permanente, más eficaz y más presente, con cercanía a las personas, a los pueblos, a los grupos, en la formación religiosa, pero también en la organización de la comunidad, es necesario multiplicar los dones, los carismas, los ministerios, las personas. Por supuesto que hay que tener en cuenta el bautismo como punto de partida de todo, una Iglesia bautismal y colegial, diferente de una Iglesia clerical. Con esto, quiero decir que el documento Instrumentum laboris pone sobre la mesa del Papa una apertura a esta llamada.
El celibato nunca se extinguirá, porque siempre será un don para la Iglesia; pero también creo que la Iglesia puede pensar desde la teología de la espiritualidad, de la pastoral, de la exigencia de otras nuevas formas de asegurar una presencia más continua junto al Pueblo de Dios que vaya más allá de esa idea de la Iglesia “de visita”. Tenemos que estar más cerca, más próximos, y para ello tenemos que valorar las ideas en las que se ha trabajado durante mucho tiempo; por ejemplo, la idea de un sacerdote comunitario, de alguien que tenga el rostro de la comunidad, el rostro amazónico, alguien que viva allí y que conozca a todos los miembros de la comunidad y que pueda hacer que el proceso de evangelización sea mucho más eficaz.
Colniza, una de las ciudades de su diócesis, es uno de los municipios del país que más sufre con los incendios. ¿Cómo es la situación actualmente?
Los incendios han sido terribles. Siempre se han hecho, pero este año fueron excesivos; la región de Colniza y Guariba se encuentra entre las estadísticas de los municipios donde más se produjeron durante este año. No entiendo la razón de esta cultura del fuego para limpiar los pastos. En mi conciencia no podemos admitir que el fuego se convierta en algo cultural, porque es mucho más destructivo que beneficioso. He estado en Mato Grosso durante diecisiete años y he podido apreciar que este año ha superado con creces los otros años. Muchos incendios son incluso criminales; otros fueron accidentales, pero causaron una gran pérdida en la región. Existe incluso “el día del fuego”, organizado por un grupo de delincuentes. La región teme represalias en las relaciones comerciales internacionales. Tratamos de desarrollar una conciencia en colaboración con el personal del IBAMA (Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables), con el personal del sindicato forestal, con el cuerpo de bomberos, que siempre desarrolla campañas de orientación para prevenir; nos sumamos a ellos; también utilizamos nuestra fuerza evangelizadora para llamar la atención sobre la responsabilidad frente a este grave riesgo que es la destrucción de la naturaleza por medio del fuego.
ACN apoya proyectos pastorales en la Amazonía desde hace más de 40 años. Entre las diócesis que reciben ayuda se encuentra también la suya, Juína. ¿Que beneficios de estos proyectos ve en su pueblo?
Esta diócesis se ha beneficiado enormemente de los proyectos en los que ACN ha colaborado. Desde la formación catequética, la pastoral de la familia, de la juventud, de los niños, las campañas de distribución de 2.000 Biblias, el material de evangelización, los rosarios infantiles y la ayuda en el proyecto de energía solar; después de todo, en el Sínodo Amazónico no se puede pensar solo en la destrucción de la selva y en la construcción de presas hidroeléctricas para obtener energía. No, es necesario crear alternativas y la energía solar es una de ellas. ACN ha ayudado mucho también en este sentido.
Sobre la importancia de la formación: recientemente tuvimos unas clases de ética con el grupo de la escuela de formación, con la idea de tener diáconos permanentes en un futuro cercano. Ya tenemos 10 diáconos que ejercen el ministerio. Es una escuela mixta: tenemos más de 20 indígenas y 15 que no son indígenas. En la escuela de formación, tenemos agentes vinculados a los pueblos ribereños y líderes de nuestras comunidades. Gracias a la ayuda de ACN nos sentimos dentro de esta realidad amazónica y sentimos este apoyo, ayudados con proyectos de evangelización y al mismo tiempo proyectos que buscan construir y formar a personas evangelizadoras para la región.