Parece imposible poner por escrito la emoción que se vivió ese día. Después de tanto dolor y sufrimiento, todo luce diferente. Santa Olga ha sido reconstruida, se ven las casas, los servicios locales, la escuela y faltaba la iglesia para cerrar este ciclo. Desde este fin de semana, finalmente la Capilla Jesús Nazareno es una realidad.
La inauguración contó con la presencia de numerosos fieles y autoridades. Si bien los límites del aforo impidieron que estuvieran todos en el lugar, de corazón, no faltaba nadie.
La bendición fue realizada por el obispo de Linares, monseñor Tomislav Koljatic, con la presencia del párroco Gonzalo Aravena, la presidenta de Ayuda a la Iglesia que Sufre, María de los Angeles Covarrubias y la directora nacional de la fundación, Magdalena Lira Valdés. Asimismo también quiso estar presente el alcalde Fabián Pérez junto al Concejal Richard Rodríguez.
Las palabras de Cecilia Catalán, encargada de la capilla, mostraron a todos la importancia del momento. “
Ese 25 de enero de 2017 Santa Olga quedó convertida en cenizas y nos quedamos sin capilla, sólo me quedé con las llaves. Fue muy difícil vivir ese momento. Nos quedamos con los brazos cruzados, pero nuestra fe siempre permaneció viva. Al siguiente domingo nos juntamos varios hermanos junto al diácono don José y celebramos la liturgia en el lugar, en medio de tanto humo, con los chiquillos del coro en el suelo y con el sol que no daba tregua. Seguimos el siguiente domingo con el padre Gonzalo en las mismas condiciones, porque pese a todo nosotros teníamos que ser agradecidos, porque aún en el dolor Dios no nos abandona. Siempre hemos tenido esa certeza, prueba de ello es que muchas personas nos apoyaron, nos ayudaron y nos acompañaron. Y el Señor se ha manifestado, hoy estamos aquí inaugurando la nueva capilla”.
El párroco compartía la emoción de todos y recordaba la noche en que debió dar la espalda al templo que se quemaba y renunciar a sus deseos de salvar la cruz que cobijaba.
“Un día de inmensa gratitud al Señor porque es un logro que viene a sanar tantas heridas en el corazón de esta comunidad Jesús Nazareno de Santa Olga, después de haber vivido momentos tan duros y tan difíciles, como los incendios forestales de 2017 que arrasaron con todo el sector y con una hermosa capilla de madera que teníamos. Hoy tenemos este regalo que el Señor nos hace a través de la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre."