En pleno centro de Santiago, en la plaza Yungay, la parroquia San Saturnino acoge y atiende a quienes llegan. Sobre todo en este tiempo de pandemia, sus puertas se abren a diario para ayudar a su gente. Algunos son vecinos de toda la vida, otros, inmigrantes que han llegado en este último tiempo cambiando el rostro del barrio, haciéndolo más diverso y tolerante.
A sus actividades parroquiales, han sumado innumerables obras de misericordia:
- 120 vecinos almuerzan, tres veces a la semana, en la olla común Buena Esperanza (organizada por la parroquia y otras organizaciones vecinales)
- habilitaron baños y duchas para que las personas en situación de calle puedan asearse a diario, además de darles kits sanitarios y almuerzos todos los días
- desarrollan un programa de liderazgo femenino para mujeres vulnerables, que sufren violencia intrafamiliar o están aisladas
- dan asesoría con asistente social para ofrecer recursos sociales a personas vulnerables
- entregan de 35 cajas de alimentos a adultos mayores una vez al mes
Su párroco, el padre Álvaro Chordi, junto a su comunidad, ponen todas sus energías para dar atención espiritual y material a quienes tocan a su puerta. Sin embargo, necesitan nuestra ayuda... A pesar de que el templo fue remodelado luego del terremoto de 2010, las oficinas que reciben a los fieles funcionan en instalaciones provisorias. Queremos apoyarlos para que esta valiosa comunidad pueda concentrar todo su amor y trabajo en atender a los más vulnerables. ¡No los dejemos solos!
Queremos que quienes lleguen a la parroquia San Saturnino no sólo sean recibidos con cariño y preocupación, sino que dispongan de una infraestructura adecuada para alimentarse, asearse y participar de las actividades que se les ofrecen.
También puedes hacer una transferencia a nombre de AYUDA A LA IGLESIA QUE SUFRE, RUT 73.537.400-1, CTA. CTE. 11175-9, Banco Santander, EMAIL: acn@acn-chile.org, ASUNTO: San Saturnino
Las donaciones pueden acogerse a la Ley de Rentas Municipales (DL N° 3063).