¿Ya sabe qué harán si la zona es ocupada por las tropas rusas?
Si nuestras vidas no se ven amenazadas, seguiremos sirviendo cada uno en su puesto. Esto es lo que nuestra Iglesia ya ha experimentado desde la anexión de Crimea a Rusia y la guerra en Donbás. Gracias a la valentía de los sacerdotes locales, nuestra Iglesia sigue sirviendo en Crimea y Donbás.
Con este conflicto existe el peligro de que la gente se deje vencer por el odio. Como sacerdote, ¿qué puede hacer para ayudar a la gente a evitarlo?
Esto es un peligro real. En este tiempo difícil de guerra, que siembra odio y violencia, debemos predicar la ley de la caridad evangélica. Todos sin distinción, tanto civiles como soldados, deben guiarse por el amor y no por el odio. Justamente esas fueron las palabras del arzobispo Primado de la Iglesia Greco-Católica ucraniana, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, quien resumen muy bien este principio del amor en tiempos de guerra:
“¡Aprendamos a amar en este tiempo trágico! No dejemos que el odio nos abrume, no utilicemos ni sus palabras ni sus frases”.
La Fundación Internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) ha proporcionado ayuda de emergencia inmediata a sacerdotes y religiosas, a las diócesis del este y en Kiev, y lleva muchos años ayudando a la Iglesia Greco-Católica ucraniana. ¿Tiene algún mensaje para nuestros benefactores?
Quiero dirigirme a los fieles con las palabras de Cristo: “cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis”…" (Lc 21,9). En estos momentos en Ucrania, no sólo escuchamos hablar sobre la guerra, sino que la vemos y la experimentamos en las calles de nuestros propios pueblos. Sin embargo, debemos apartar de nosotros el miedo con la oración y con el amor a nuestra patria.
La guerra es una manifestación del mal, y el mal es la ausencia del bien. Los cristianos debemos en primer lugar, luchar para defender lo propio, y también buscar el bien de nuestros propios enemigos rezando por su conversión. Les pido que recen por el rápido fin de la guerra de Rusia contra Ucrania y por la conversión de los dirigentes políticos rusos. El momento histórico que vivimos nos recuerda hoy el llamamiento de la Virgen en Fátima, que tal como se ve sigue siendo actual. Recemos juntos y confiemos en que este pedido de María Santísima finalmente se cumplirá.
¿En qué ayuda este apoyo económico a los sacerdotes, a los religiosos y a la gente sobre el terreno donde ustedes están?
El apoyo económico que recibimos cada año de ACN, sirve muchísimo tanto para la formación intelectual de nuestros seminaristas y sacerdotes y sus necesidades personales, como para los distintos proyectos pastorales de las parroquias donde estamos presentes. Por ello les estamos muy agradecidos a todos nuestros benefactores y queremos que sepan que los recordamos siempre en nuestras oraciones.
Testimonios de algunos de los sacerdotes la Congregación del Verbo Encarnado en Ucrania: