este del Congo, denunció graves violaciones de derechos humanos cometidas por milicias y criminales merodeadores.
“Los grupos armados están destruyendo escuelas y hospitales. Se está matando a profesores y alumnos. Incluso están matando a los enfermos mientras yacen en sus camas de hospital. No pasa un día sin que mueran personas ”, dijo el obispo Paluku Sekuli.
ACN apoya una serie de proyectos en el este de la República Democrática del Congo, proporcionando fondos para la construcción de rectorías e iglesias, así como programas de formación sacerdotal. Las Hijas de la Resurrección, una orden de Hermanas Africanas, se ha visto muy afectada por la violencia en la última década; varios conventos se vieron obligados a cerrar y varias Hermanas fueron asesinadas. Hoy, las Hijas de la Resurrección están en Brasil, Camerún, Francia e Italia para una misión de evangelización.
Hoy son ellas quienes piden nuestras oraciones. El jueves 8 de julio una de las hermanas salió al mercado y no volvió. Se informó a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) que la hermana Francine de las Hijas de la Resurrección fue secuestrada en Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte, donde había ido a comprar suministros comunitarios en el mercado local.
Sus secuestradores se pusieron en contacto con la Iglesia local para exigir un rescate. No está claro si están conectados con grupos rebeldes que luchan en la región.
Según la ONU, la explotación ilegal de recursos naturales sigue siendo un motor clave de las acciones de los grupos rebeldes armados de la región. Los conflictos étnicos, el desplazamiento demográfico y el creciente islamismo también han contribuido a la proliferación de la actividad de las milicias.