personalmente. Muchos fieles participaron en las procesiones. Pidieron al Niño Jesús la paz para su país y protección para sus hijos.
Aunque sea incierto cómo puede desarrollarse este año jubilar, los religiosos hoy no se desaniman, como no lo hicieron los valientes pioneros de su Orden cuando llegaron a la República Centroafricana. Los cuatro primeros carmelitas, procedentes de Italia, se pusieron manos a la obra para trabajar en uno de los países más pobres y subdesarrollados del mundo, regularmente plagado de disturbios y conflictos armados. Uno de ellos, el padre Nicolás Ellena, estuvo trabajando en la misión hasta la edad de 90 años, falleció en 2019 a los 96 años de edad. A sus hermanos les dejó cincuenta diarios, en los que describe sus aventuras y desafíos cotidianos. El padre Carlo Cencio, el último de los cuatro pioneros que aún vive, tiene actualmente 83 años y vive en Italia.
Hoy en día, ocho misioneros italianos trabajan en cinco misiones. Hasta ahora, la Orden ha dado doce sacerdotes nativos de la República Centroafricana y el número de vocaciones aumenta cada año. Actualmente, se están formando 38 jóvenes de la República Centroafricana y del vecino Camerún, los cuales reciben ayuda de la fundación ACN.
Con ocasión del cincuentenario, dos jóvenes carmelitas africanos, el hermano Régis-Marie y el hermano Jeannot-Marie, han compuesto una canción con la que dan gracias a Dios y a los primeros misioneros por los 50 años en los que el Carmelo está presente en su país. En ella prometen continuar por este camino.
La semilla que sembraron los primeros carmelitas hace 50 años ha germinado y está dando muchos frutos.