Nieves Sancho tenía 77 años de edad, 23 de ellos los vivió en República Centroafricana en Nola, cerca de Berberati, en el suroeste fronterizo a Camerún. La religiosa pertenecía a la congregación Hijas de Jesús de Massac y entregó su vida a los más pobres y especialmente a las niñas.
21, Mayo. Las razones del brutal ataque aún se desconocen y nadie se ha responsabilizado del crimen. Según una primera reconstrucción del asesinato, la hermana, que vivía sola, habría sido sorprendida la noche del domingo por un grupo de extraños que entraron en su habitación y la llevaron a los locales en los que impartía sus clases de costura, donde fue acuchillada y prácticamente decapitada.
Nieves Sancho, descrita por quienes la conocían como una mujer «pequeña, gentil y absolutamente pacífica», dió su vida por las jóvenes.
“Tenemos pena por lo que ha pasado a Inés. Ella era una monja menudita que no hablaba mucho. Las muchachas con las que hacía costura tienen que estar muy triste ahora. Pese a todo, nosotros seguiremos trabajando en esta zona del mundo”, ha expresado el obispo Juan José Aguirre, obispo de Bangassou, consultado por la cadena COPE española.
La Iglesia está presente en la región dando mucho más que fe a las comunidades. Donde está la Iglesia hay colegios, médicos y toda la ayuda que los misioneros son capaces de brindar a las comunidades que sirven.
La hermana Inés Nieves Sancho, a pesar de su edad, continuó sirviendo en Nola donde daba a las niñas lecciones de costura. Fue precisamente en una de esas salas de costura donde fue asesinada.
Esta mañana de 22 de mayo, el Papa Francisco durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro ha recordado a la misionera asesinada: “Quisiera recordar hoy a la hermana Ines, de 77 años, educadora de niñas pobres durante décadas, asesinada de manera bárbara en República Centroafricana, precisamente en el lugar donde enseñaba a coser, una mujer más que da su vida por Jesús al servicio de los pobres”, subrayó el Santo Padre.
De inmediato comenzaron rumores del asesinato que monseñor Juan José Aguirre, obispo de Bangassou dijo desconocer. Consultado por Fides, señaló: “No tengo ni idea. En nuestras zonas no se realizan asesinatos rituales”.
“Estoy a mil millas de la Nola. Llamé al obispo del lugar y al Superior Provincial y no me dijeron mucho más de lo que ya se había publicado”, asegura monseñor Aguirre, a quien le preguntamos si creía la noticia de que los asesinos después de decapitar a la monja, habrían reservado parte del cuerpo para ritos tribales. “Nos dicen que en las zonas de la República Centroafricana en la frontera con Camerún, hay cameruneses que practican asesinatos rituales para extraer órganos que se usarán en ritos propiciatorios para obtener suerte en la búsqueda de diamantes, una de las riquezas de la zona”, explica monseñor Aguirre que reitera que “aquí en Bangassou esto no sucede”.
Durante 2018 5 sacerdotes perdieron la vida en República Centroadricana. Medios españoles consignan que la hermana Inés es la tercera persona de nacionalidad española que pierde la vida en los territorios de misión este año. El pasado 17 de mayo, el misionero salesiano Fernando Hernández, de 60 años de edad, fue asesinado en Bobo Dioulasso, Burkina Faso, por un antiguo cocinero de este centro.
Hace solo tres meses, otro misionero salesiano español, Antonio César Fernández, también fue asesinado en Burkina Faso. En esta ocasión el religioso recibió tres disparos durante un ataque yihadista a cuarenta kilómetros de la frontera sur del país.
Muy a pesar nuestro este año 2019 ha mostrado ser el más peligroso para los cristianos.