El 6 de agosto el padre Martin Banni encabezó una misa y una vigilia en Bagdad para conmemorar el 4º aniversario de la invasión de ISIS a las ciudades cristianos en la Llanura de Níneve, Iraq.Hace cuatro años el mismo padre Martín Banni, en ese entonces aún seminarista, debió huir de su ciudad llevando consigo el Santísimo Sacramento para evitar que los rebeldes islámicos cometieran sacrilegio. Su audaz acción contó con la ayuda del párroco y otros sacerdotes que debieron huir ante la inminencia del ataque.
La noche del 6/7 de agosto de 2014, el padre Martín Banni sacó el Santísimo Sacramento a un lugar seguro, mientras huía de Karemles, el llamado Estado Islámico se acercaba rápidamente.
Para él, salir de Karamlesh fue angustiante. Antes de que los yihadistas llegaran a su aldea tuvo que escapar a gran velocidad. En ese momento el joven Martín, de sólo 24 años, era seminarista. “ISIS estaba a punto de ocupar nuestro pueblo, nos vimos obligados a marcharnos. Yo fui el último en dejar Karamlesh, con el Santísimo Sacramento en mis manos”, recordó.
Sus recuerdos de esa noche son tristes, pero cuatro años después se llenan de esperanza. Rememora: “Suena el teléfono móvil, al otro lado de la línea, un amigo, balbuceante, le informa que la ciudad cercana de Telkaif ha caído en manos de los islamistas. Sin duda, Karamlesh será el siguiente. Martín sale disparado hacia la iglesia de San Addai. Toma el Santísimo Sacramento y un manojo de documentos oficiales y sale de la iglesia. Fuera le espera un coche: su párroco, P. Thabet, y otros tres sacerdotes están dentro. Abandonan rápidamente Karamlesh llevándose los últimos vestigios de la presencia cristiana en el pueblo. Atrás quedan 1800 años de presencia cristiana que hoy puede contar la historia con un final feliz.
“Ahora quisiera hablarles de mi regreso a Karamlesh. Fui el primer sacerdote en bendecir a la gente en la iglesia de mi pueblo natal”, destacó.
El regreso del padre Martín a Karemles en la primavera de 2017, se produjo en medio de planes para permitir -con la colaboración de Ayuda a la Iglesia que Sufre- que los cristianos iraquíes retornen a su hogar en la Llanura de Nínive.
Hablando desde la Llanura de Nínive, que ha sido un centro del cristianismo, el Padre Banni aseveró: “Quise quedarme en Irak para servir a mi pueblo y a nuestra Iglesia. Ahora estoy feliz de celebrar la Santa Misa en Irak”.
El P. Martín también es parte de los esfuerzos de ayuda continuos de ACN para los 120,000 cristianos iraquíes desplazados. En marzo de 2017 se constituyó un comité de reconstrucción.
Compartimos los objetivos de ACN: “Permitir a los cristianos iraquíes que así lo deseen, regresar a sus hogares a las aldeas de la Llanura de Nínive, donde han vivido durante siglos, y hacerlo con dignidad y seguridad”.
Si desea apoyar al padre Martín Banni y los esfuerzos de socorro en curso dentro de Iraq, participe o haga una donación asequible para ayudar a la Iglesia en todo Irak. Ayúdalos a volver.