Los ucranianos vivirán su primera Navidad en guerra. Jesús volverá a nacer en sus corazones afligidos por la violencia, el miedo, la pérdida de algún ser querido, la separación de las familias… En Ayuda a la Iglesia que Sufre queremos acogerlos y abrazarlos a la distancia. Decirles que no están solos, que personas de todo el mundo los acompañan en su dolor.
Con tu ayuda podremos darles un “lugar en la posada”, acogerlos y atenderlos en los refugios que ha dispuesto la Iglesia para quienes tuvieron que dejar su hogar.