Carlos Yap capta el momento
Panamá es una fiesta y nos esta regalando una juventud jubilosa que llena de esperanza. Sin embargo, estos días vimos, la que por lejos será la imagen entrañable de la JMJ.
Tal como los amigos del paralítico que abrieron el techo de la casa para entrar la camilla y que él pudiera ver a Jesús; Rafael Eduardo González, Manuel Rosario y Miguel Mendieta fueron los tres jóvenes que levantaron a Lucas Henríquez, su amigo en sillas de ruedas, un muchacho de 17 años que vive con una parálisis mixta que le impide caminar, hablar y mover una de sus manos, según relató su mamá Militza Olmedo en una nota publicada por ACI Prensa.
He aquí el relato que nos llena de emoción y nos llena de esperanza en las grandes tareas que los jóvenes tienen por delante. Así también, se entiende la felicidad del Papa al estar con los jóvenes. El ve estos gestos y se llena de alegría. Mismos gestos y grandezas que vemos en los cristianos perseguidos que lo dan todo por su fe.
Los chicos pertenecen al grupo Solo para atrevidos de la parroquia Inmaculada Concepción, de La Chorrera (una ciudad pequeña cercana a ciudad de Panamá), y son peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud. Viajaron desde su ciudad junto a un gran grupo de amigos, ellos decidieron esperar el paso del Papa y cuentan que cuando estaba cerca todos se revolucionaron y no veían nada.
“En el momento en que venía el papa, la gente empezó a alzar el celular y él (Lucas) no podía verlo. Los tres decidimos alzarlo y fue tan emotivo ver la reacción del papa que le daba la bendición”, expresó a la revista Ellas Manuel Rosario, de 21 años.
Ellos, los amigos, no vieron al Papa, pero Francisco y todo el mundo vimos su gesto que enaltece la amistad, el esfuerzo compartido y por supuesto la generosidad.
“Con los jóvenes, los niños y con personas con discapacidad, el papa Francisco siempre se detiene o le da la bendición y ese era realmente el objetivo de nosotros. Al ver al papa un poco más cerca decidimos alzarlo, queríamos que le diera la bendición”, comentó Rafael Eduardo González, de 18 años.
“En el momento en que venía el papa, la gente empezó a alzar el celular y él (Lucas) no podía verlo. Los tres decidimos alzarlo y fue tan emotivo ver la reacción del papa que le daba la bendición”, expresó a la revista Ellas Manuel Rosario, de 21 años.
“Con los jóvenes, los niños y con personas con discapacidad, el papa Francisco siempre se detiene o le da la bendición y ese era realmente el objetivo de nosotros. Al ver al papa un poco más cerca decidimos alzarlo, queríamos que le diera la bendición”, comentó Rafael Eduardo González, de 18 años.