AFP
Pese a las amenazas y la violencia previa que incluso obligó a cambiar la fecha de las elecciones, Nigeria votó este sábado por un nuevo período presidencial, aunque los resultados tardarán unos días en conocerse.Dieciséis muertos, ataques terroristas y quema de papeletas marcaron la jornada electoral en Nigeria. Boko Haram, milicia terrorista, atacó edificios oficiales en las regiones nororientales de Borno y Yobe pero no logró impedir que los ciudadanos acudiesen a votar.
El País informó de al menos 16 personas fallecidas este sábado en incidentes violentos ocurridos durante la celebración de los comicios presidenciales, según antecedentes proporcionados por la plataforma de la sociedad civil Situation Room. La jornada electoral comenzó con un ataque del grupo terrorista Boko Haram en el aeropuerto y edificios gubernamentales de Maiduguri (noreste del país) que provocó la muerte a un soldado y una veintena de heridos, así como con una serie de explosiones en Yobe. Asimismo, grupos de jóvenes descontentos quemaron votos en el sur. Todo ello sumado a los problemas logísticos y retrasos registrados que, sin embargo, no impidierón la celebración de unos comicios en los que el actual jefe de Estado Muhamadu Buhari y el candidato opositor Atiku Abunakar se disputan el sillón presidencial.
Hace unos días compartimos la preocupación de Mons. Ignatius Ayau Kaigama, Arzobispo católico de Jos, sobre la situación actual, las elecciones generales en Nigeria y sus perspectivas para el país. Veía con temor la fecha, pero al mismo tiempo cifraba esperanzas de mejorar las condiciones del país a través de ellas. Nos decía “Si las elecciones se ven empañadas por la violencia, lo pagarán muchos nigerianos inocentes. Espero que las elecciones sean justas, pacíficas y creíbles; que surjan líderes buenos, patrióticos, desinteresados y temerosos de Dios, que se preocupen más por las personas que por su ambición personal y los lujos que van unidos a sus cargos. Hay muchos jóvenes bien formados y cualificados en la calle, sin trabajo. Esperamos que quienes aspiran a ocupar cargos a todos los niveles consideren la difícil situación de la juventud como una prioridad.”
Este enorme país donde votan más de 84 millones de personas vive en la pobreza a pesar de las grandes riquezas naturales y culturales que posee. Su población crece y crece, tanto así que más del 40% de su población de 196 millones de habitantes son menores de 14 años. Y ellos no estaban contentos porque sus opiniones no fueron consideradas en las papeletas a pesar de que más de la mitad de los votantes registrados son menores de 35 años.
Eran más de 70 los candidatos en las elecciones. Pero la verdad es que se reducían a sólo dos: El perfil de ambos aspirantes presenta tantas similitudes como diferencias. Buhari, ex general golpista reconvertido a la democracia, es septuagenario (76 años), musulmán y del norte, al igual que su rival, el multimillonario empresario y ex vicepresidente del Gobierno Atiku Abubakar (72 años). Sin embargo, aquí acaba su parecido. Buhari, que se presenta con el apoyo del Partido de Todos los Progresistas, representa la sobriedad y encarna la imagen de la lucha contra la corrupción que vive su país con el impulso de organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, una larga enfermedad que le mantuvo apartado de sus responsabilidades durante más de seis meses entre 2015 y 2017 hace dudar a muchos de su capacidad real de seguir siendo presidente.
Enfrente, Atiku Abubakar representa al hombre de negocios que supo convertirse en uno de los hombres más ricos de su país por su buen ojo empresarial. Sus compañías están presentes en multitud de sectores económicos, desde la agroindustria hasta la enseñanza privada, lo que no le impidió ser vicepresidente entre 1999 y 2007 bajo el mando del respetado presidente Olusegun Obasanjo. Pese a que nunca ha sido condenado por ello, su nombre aparece en varios dossieres de investigación por presunta corrupción y muchos ciudadanos consideran que su fortuna creció gracias a su actividad pública. Abubakar cuenta con el sostén del Partido Democrático Popular (PDP) y ha sabido conectar con quienes ansían una recuperación económica para el país con más pobres del mundo (87 de sus 190 millones de habitantes).
La Iglesia, señaló monseñor Kaigama ha jugado un importante papel en las elecciones. La Conferencia Episcopal católica de Nigeria ha emitido recientemente una declaración en la que anima a los ciudadanos a orar, a celebrar las elecciones de forma ordenada y a adoptar una actitud correcta ante ellas.
La Iglesia en la archidiócesis de Jos (dirigida por él mismo) ha desarrollado diferentes actividades para contribuir a que las elecciones sean pacíficas. Hemos advertido a nuestros miembros que respeten la ley, que actúen pacíficamente y que no se dejen utilizar por políticos egoístas. Deben asegurarse de que poseen su tarjeta de votante y acudir a votar. Como sacerdotes, animamos a nuestros fieles a orar y a estar alerta durante este tiempo; nos advertimos a nosotros mismos que el clero no debe ser partidario. Nuestra Comisión de Justicia, Paz y Desarrollo ha estado llevando a cabo durante los últimos dos años proyectos en determinadas comunidades para que las elecciones sean pacíficas. Han enseñado a diferentes comunidades cómo pueden elaborar una «Carta de Exigencias» cuando los políticos vienen a buscar sus votos. Nuestra JDPC ha organizado cursos de formación sobre consolidación de la paz y programas alternativos a la violencia (PB/AVP) en escuelas y comunidades. Como parte de las actividades previas a las elecciones, nuestro Centro de Diálogo, Reconciliación y Paz (DREP) organizó recientemente una ceremonia de firma del acuerdo de paz para todos los candidatos al gobierno en el Estado de Plateau, que contó con la presencia de jefes tradicionales y religiosos, grupos de la sociedad civil, personal de seguridad de alto nivel y diversas partes interesadas de la comunidad. Además, al ir a las elecciones, como Iglesia, nuestra JDPC está oficialmente acreditada como observador electoral. Estamos igualmente preparados para intervenir y gestionar la violencia postelectoral en caso de que se produzca. Rezamos para que no lo tenga que hacer.
Iglesia de Santa Rita en Badarawa después de ataque suicida de Boko Haram en 2012
Lo cierto es que el país tiene una gran amenaza y ella es Boko Haram quien ve en los comicios una oportunidad de mostrar su poderío e intimidar a la población. Nos lo decía Monseñor Kaigama: Ya incluso antes, Boko Haram había intensificado sus ataques matando a varios militares. Los rebeldes se han vuelto tan atrevidos que han osado enfrentarse a personal armado infligiendo grandes bajas, y ni siquiera han perdonado a los cooperantes internacionales. Es una manera de advertir descaradamente a la comunidad internacional que no se interponga en su camino. Están haciendo todo lo posible por apoderarse de ciertas partes de Nigeria y de los países vecinos para consolidar su objetivo de conseguir el Estado islámico de África Occidental.
Los ataques de Boko Haram se han intensificado sorprendentemente en los últimos días en regiones como Michika, Shuwa, Madagali, Mubi y en los estados de Borno y Adamawa. Algunas personas afirman que los nuevos ataques están motivados políticamente o patrocinados para conseguir resultados políticos o que pueden ser un intento de privar del derecho de votar a algunos de los electores. Sin embargo, lo que está claro es que Boko Haram quiere hacer una declaración de que no ha sido derrotado. La amenaza de Boko Haram sigue siendo real. Están lejos de ser derrotados.