La Hermana Ghazia vive en Pakistán, donde el 96% de la gente es musulmana. Ella pertenece a la congregación de las Hijas de San Pablo, la cual tiene la única tienda de material catequético en el país, en la que venden libros, películas y artículos devocionales, de esta manera ellas llevan a Dios a la gente. Sin embargo, hace unos cuantos años, su tienda fue dañada severamente al ser atacada por una bomba. A pesar del riesgo y la tensión de la zona, las hermanas lograron reconstruir la tienda y continuar su servicio. “No es fácil vivir en un país donde los cristianos son el blanco de la violencia y de la discriminación”.
En este país, los cristianos ocupan los peores puestos sociales y constantemente sufren ataques terroristas. Ellos son discriminados y acosados por su fe.
Además, las hermanas se encargan de la formación en la fe de los niños.
Ellas tienen un cine móvil que les ayuda a propagar más fácilmente la Palabra de Dios. Esta congregación tiene 9 hermanas y 11 novicias, la hermana Ghazia cuenta que el ambiente en su casa es de alegría todo el tiempo. Para ellas, su confianza está en la oración, porque así es como sienten el amor de Dios y es la fuente del amor que transmiten a los demás.
Su labor extraordinaria no podría ser posible sin la ayuda de los benefactores que las sostienen.