Hoy 29 de julio se cumplen 6 años del secuestro del padre Paolo dall´Oglio, sacerdote jesuita desaparecido en la ciudad de Racca, Siria, mientras cumplía una misión humanitaria.29 de julio 2019, Durante estos años han sido múltiples los intentos por saber de él, si está vivo o muerto, si se encuentra con otros secuestrados, si está bien de salud, etc. Imaginamos las cientos de preguntas que se hacen su familia y su comunidad.
Romerías, procesiones, Eucaristías dedicadas a él y a su pronto regreso. De hecho el 30 de enero, el Papa Francisco recibió en Casa Santa Marta a la madre, cuatro hermanas y un hermano del P. Dall’Oglio, conocido por su compromiso con el diálogo interreligioso y por haber refundado en Siria la comunidad monástica católica-siria en los años 80. El Papa cuando se refiere al sacerdote jesuita lo llama “nuestro hermano de Siria”.
Unos meses después, en marzo, se informó que el padre Paolo estaba entre un grupo de rehenes retenidos por ISIS en el sureste de Siria. Fides mencionó un informe del diario libanés Al-Akhbar, que se considera cercano a Hezbollah, que decía que Dall’Oglio estaba con un grupo de rehenes occidentales y kurdos. El Times informó que el grupo islamista extremista estaba usando a Dall’Oglio y otros dos rehenes occidentales, el periodista británico John Cantlie y una enfermera de Nueva Zelanda, como “fichas de negociación” en las tratativas con las fuerzas kurdas-árabes respaldadas por Estados Unidos que los rodeaban. Pero nunca llegó la confirmación de la veracidad de esos comentarios. Ni se tuvo nuevos informes que diesen esperanza a quienes ansían verlo prontamente.
El Nuncio Apostólico en Siria, Cardenal Mario Zenari, pidió cautela y oración luego de conocida la noticia. Desde Damasco, dijo al diario del Vaticano, L’Osservatore Romano (LOR) que “si la noticia de que el Padre Dall’Oglio está vivo fuese cierta, sería algo bellísimo que nos llenaría a todos de alegría. No podemos obviarla, pero es mejor tomarla con cautela y rezar para que pueda darse de un momento a otro”.
El mismo Cardenal Zenari dijo también a LOR que no se debe olvidar que “además del Padre Paolo fueron secuestrados en estos años otros cuatro clérigos y debemos seguir rezando por ellos y sus familias. Tal vez podrían estar todo vivos y la noticia podría ser aún más bella”.
El Purpurado se refería a los obispos ortodoxos Gregorious Yohanna Ibrahim y el metropolitano griego ortodoxo de Alepo, Boulos al-Yazigi desaparecidos el 22 de abril de 2013, mismo año que el padre Dall´Oglio, y a dos sacerdotes: uno armenio católico y otro greco ortodoxo.
El P. Dall’Oglio, indicó el Nuncio en Siria, “expresaba sin medias tintas su posición, tanto así que fue expulsado por el gobierno. Era un opositor sin pelos en la lengua. Su posición era clara y la expresaba siempre. Estoy seguro que si fuese confirmada esta bella noticia que circula en estas horas, aquí en Siria muchos festejarían”.
Dall´Oglio llegó a Siria en 1980 y desde el primer momento se abocó a mejorar el diálogo y luchar por los más necesitados. Fundó la Comunidad Monástica de Deir Mar Musa cerca de Damasco y denunció el derramamiento de sangre que se vivía en las calles de Siria.
“Mucha gente está perdida, hay mucha gente luchando por la libertad y la democracia que se ha perdido, muchos buenos y jóvenes. Es una tremenda tragedia y las relaciones sociales son más difíciles ahora que hace un año y medio”, dijo entonces.
El sacerdote fue expulsado de Siria con un decreto el 12 de junio de 2012. Se mudó por un breve período a Sulaymanya en la zona del Kurdistán iraquí, donde fue acogido por la nueva fundación monástica de Deir Maryam al Adhra.
Tras regresar a Siria para intentar liberar a un grupo de secuestrados en Raqqa, el sacerdote fue raptado el 29 de julio de 2013. Desde entonces no hay noticias suyas.
Actualmente unos 12 millones de sirios, casi la mitad de la población total, vive fuera de sus hogares. De estos unos 6.5 millones son desplazados internos, mientras que los otros 5.5 millones son refugiados en los países limítrofes.
El Cardenal Zenari pidió brindar a estas personas asistencia espiritual, psicológica y humanitaria. Dijo que no se debe olvidar “que el 70% de la población vive en condiciones de extrema pobreza. Debemos pensar en estas personas, son nuestra prioridad”.
Ayuda a la Iglesia que Sufre está presente en la zona y brinda su apoyo a las comunidades, tú también puedes ayudarlos.