Son unas doscientas familias de desplazados cristianos que en las últimas semanas ya han regresado o se están preparando para regresar a sus lugares de origen, en los barrios de Mosul y en las ciudades y pueblos de la Llanura de Nínive.
Las familias cristianas huyeron de sus hogares entre junio y agosto de 2014, cuando Mosul y gran parte de la provincia de Nínive cayeron bajo el control de las milicias yihadistas del autoproclamado Estado Islámico (Daesh). Los cristianos desplazados de Mosul y la Llanura de Nínive habían encontrado refugio principalmente en la región autónoma del Kurdistán iraquí y, en particular, en los suburbios de Erbil, su capital.
En septiembre de 2017, pocas semanas después de la liberación definitiva de Mosul del régimen yihadista impuesto por el Estado Islámico, las autoridades locales ya habían anunciado el regreso de 1.400 familias cristianas de refugiados a sus zonas de origen, concentradas en la llanura de Nínive. Ahora, el nuevo regreso anunciado de decenas de