Los obispos dan una lista de consecuencias de los ataques yihadistas:
«-incendios en las aldeas,
-destrucción de la infraestructura económica y social,
-poblaciones asustadas y hambrientas,
-familias que huyen, confundidos y desorientados sin saber dónde buscar refugio y protección».
Epicentro del COVID-19 en Mozambique
«Y para empeorar las cosas, la provincia de Cabo Delgado, ya muy afectada, se ha convertido, lamentablemente, en el epicentro en Mozambique, del estallido de la pandemia mundial causada por el COVID-19«.
“Como pastores, queremos expresar nuestra cercanía y solidaridad con todos nuestros hermanos y conciudadanos en Cabo Delgado y, al mismo tiempo, alentarlos a que nunca pierdan el coraje y la esperanza de tiempos mejores. Jesús resucitado ha vencido a las fuerzas del pecado y la muerte, nos asegura que el odio, la destrucción y la muerte no tienen la última palabra, sino que la tienen la victoria de la vida, la justicia y el amor», dicen los obispos.
Finalmente, los obispos recomiendan a los fieles de la provincia de Cabo Delgado que no disminuyan las precauciones necesarias para evitar la propagación del coronavirus. «Por el bien de la vida, la nuestra y la de los demás, todos debemos observar estrictamente las medidas de contención indicadas por las autoridades sanitarias y nuestro gobierno».