Monseñor Jaime Villarroel. Obispo de Venezuela concluyó su visita por México luego de ser invitado por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN). El obispo de Carúpano dio su testimonio y abrió conciencias con respecto a la situación en su país.
Durante sus conferencias, Mons. Jaime Villarroel, denunció que los venezolanos sufren por falta de alimentos y de medicinas. Esto ha causado la salida de más de 3 millones de venezolanos a otros países, quienes buscan escapar de la pobreza.
Denunció que el gobierno venezolano se niega a abrir un canal de ayuda humanitaria para hacer llegar alimentos y medicinas a los venezolanos que quedan en el país. El obispo, expresó que la situación dramática de su lugar de origen lo motivó a hacer un recorrido por México, con el fin de pedirle al mundo que intervenga para lograr que se realicen elecciones democráticas; que se libere a los presos políticos y se permita la entrada de ayuda para la población.
A pesar de su temor por las represalias en su contra, Monseñor Villarroel valientemente comentó que al regresar a Venezuela seguirá acompañando y apoyando a la gente. Recordó que en este 2018 más de 50 sacerdotes han tenido que abandonar tierras venezolanas por las precarias condiciones, amenazas y condiciones de inseguridad en contra de la iglesia promovidas por Nicolás Maduro.
Agradeció al pueblo mexicano por su disposición de apoyo hacia la labor de la iglesia misionera en Venezuela y pidió oración y ayuda a través de ACN para seguir manteniendo la labor de soportar el dolor del pueblo venezolano. Expresó que el pueblo venezolano “no puede salir de esta situación solo”.
La Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre en México coordinó la serie de conferencias efectuadas en las diversas sedes y organizó encuentros con los medios locales y nacionales. Durante su visita el obispo Jaime Villarroel celebró una misa en la Basílica en donde le pidió a la Virgen Morena su protección, compañía y abrigo para todos los venezolanos que hoy sufren las consecuencias del régimen de Nicolás Maduro.
¿Qué ocurre en Venezuela?
Hoy en día el 80% de las industrias están destruidas”, dijo monseñor, y lamentó que “el mes pasado la inflación estuvo por el 270%. Hay escasez de productos”.
“El sueldo mínimo para un venezolano por un mes llega entre 4 y 6 dólares. Con 4 y 6 dólares una familia tiene que alimentar a sus hijos con un mes”.
Con ese dinero, señaló, un trabajador en Venezuela podría comprar apenas “tres o cuatro productos: un cartón de huevos, un kilo de arroz, un paquete de harina y algo de carne. Y de ahí no alcanza para comprar más”.
“Hay hogares donde solamente el alimento es un poco de arroz durante todo el día”, dijo.
Mons. Villarroel dijo que en 2017 “murieron más de 20.000 niños recién nacidos, porque no hay condiciones para atender a las madres cuando van a dar a la luz. Muchas madres tienen que dar a luz en los pasillos del hospital. 60% de las madres que ha dado a luz han muerto en el parto”.
“En los hospitales no se consigue algodón, gasa, alcohol”.
Además, los medios de comunicación “están totalmente controlados por el gobierno”, y están dedicados a la “propaganda que intenta hacer ver que en Venezuela todo es próspero, que no falta nada, que todos los venezolanos vivimos bien”.
El gobierno de Maduro además ha emprendido diversos ataques contra la Iglesia Católica, dijo. Entre ellos, amenazas y pintas en templos, y “han intentado crear una ‘iglesia católica reformada’, nacionalista”, con ministros de otras denominaciones cristianas y sacerdotes católicos que abandonaron el ministerio.
“El gobierno de Nicolás Maduro se burló de la Santa Sede”
El obispo venezolano recordó que “al Vaticano hace dos años se le pidió la mediación” entre el gobierno y sus principales opositores.
“El gobierno de Nicolás Maduro se burló de la Santa Sede, pisoteó toda la ayuda de la Santa Sede, burlándose del Santo Padre”, criticó.
Mons. Villarroel denunció además que el gobierno de Maduro trata a los venezolanos “como unos delincuentes”, y recordó el caso de un sacerdote que fue interceptado y vejado por las autoridades en un aeropuerto.
“En el aeropuerto internacional de Venezuela lo detuvieron. Presentó las credenciales. Lo desnudaron, lo hicieron defecar, le dijeron que era una persona sospechosa de llevar droga, lo sacaron del aeropuerto, perdió el avión, le robaron el dinero que llevaba”.
Solidaridad y formación: El trabajo de la Iglesia
El Obispo de Carúpano destacó que además del trabajo solidario que realiza la Iglesia en Venezuela, también se dedican a la “formación en la doctrina social de la Iglesia, formación en la conciencia, formación para que las personas no se dejen manipular o engañar por un sistema totalitario, por un sistema que está matando a nuestro pueblo”.
“El Papa nos ha dicho gracias por eso, por ser cercanos. También nos ha dicho gracias por ser una Iglesia en resistencia, están resistiendo allí los insultos, los golpes, los desprecios, las amenazas del mismo gobierno hacia nosotros los obispos, y hacia todos aquellos que de alguna u otra manera somos parte de la Iglesia”. El Prelado destacó además que en medio de toda la crisis en Venezuela la Iglesia se ha mantenido unida.
“Los pastores de la Iglesia nos hemos mantenido siempre unidos, con una sola voz, con un solo criterio. Lo que estoy diciendo aquí no es la percepción de una persona, no es una percepción de un solo obispo sino es la percepción del episcopado en Venezuela. Hablo en nombre de todo el episcopado”, aseguró.