Con la inseguridad, difícil el acceso a los sacramentos
Por ahora, la Iglesia no tiene más información sobre la identidad de los criminales, o sus demandas, dice el arzobispo Matthew.
Nigeria se ha visto gravemente afectada por la violencia y el bandolerismo en los últimos años, y muchos sacerdotes han sido blanco de secuestradores. La arquidiócesis de Kaduna se ha visto particularmente afectada por la violencia y los conflictos.
Hace algunas semanas, en una conferencia en línea organizada por ACN, Mons. Matthew hizo un balance de las pérdidas:
“En los últimos tres años, siete de mis sacerdotes han sido secuestrados, dos han sido asesinados y uno ha estado en cautiverio durante tres años y dos meses. Cuatro fueron puestos en libertad. En cincuenta de mis parroquias, los sacerdotes no pueden permanecer en sus rectorías, porque son blanco de ataques, son vistos como una fuente fácil de dinero para el rescate. No puedo hacer visitas pastorales como suelo hacer, los sacerdotes no pueden ir a los pueblos y decir misas. La gente no puede ir a cultivar los campos, por lo que no pueden alimentarse. Con esta inseguridad, la gente está privada de los sacramentos”.
El P. Vitus es el tercer sacerdote asesinado en la archidiócesis, situada en el norte del país.
El sur del país también se ve afectado
Sin embargo, los secuestros también se han convertido en un problema para la Iglesia nigeriana del sur del país.
El mismo fin de semana que mataron al padre Vitus, otro sacerdote, el padre Christopher Odia, de 41 años, fue asesinado en la diócesis de Auchi. El sacerdote fue asesinado durante un intento fallido de secuestro, cuando salía de su rectoría para celebrar la misa dominical en la iglesia católica St Michael, en Ikabigbo, dice la nota de la diócesis, enviada a ACN.
La Iglesia Católica en Nigeria ha sido muy crítica con el Gobierno, culpándolo por la creciente inseguridad y por no hacer lo suficiente para proteger a los inocentes de los criminales.