El cisma familiar
El resultado de este “cisma familiar” fue dramático. A pesar de que el padre de Richard, a quien cariñosamente describe como su confidente y mejor amigo, agonizaba en el hospital algunos familiares seguían sin darle apoyo, durante el funeral de su padre incluso aumentaron la presión.
"Me sentaron y me dijeron 'no vas a volver al seminario. Te vas a quedar con nosotros aquí. Vamos a buscarte una esposa. Tu padre ha muerto. Tú eres el hijo mayor y por eso tienes que quedarte y cuidar de la familia'".
Cuando se dieron cuenta de que había tomado una decisión inamovible, abandonaron el tema. Pero sólo por un tiempo. Cuando murió otro tío, también durante el funeral, volvieron a sacar el tema. La situación sigue siendo una fuente de sufrimiento para Richard: "Espero y rezo para que algún día cambien de opinión. A veces no me apetece volver a mi pueblo; estoy más cómodo en el seminario, porque aquí nadie se mete conmigo".
Richard espera abrir las mentes y los corazones, no solo sobre el sacerdocio, sino también sobre la incomprensión general del catolicismo en la gente de su pueblo, los mwaghavul, que acuden mayoritariamente a iglesias protestantes o cristianas independientes. De hecho, él ve esto como parte de su misión cuando se ordene.
Esperanza para su pueblo
"Quiero servir a la gente con todo lo que Dios me ha dado. Quiero ser su portavoz especialmente para mi pueblo. Si vas allí, verás que insultan a la Iglesia católica. Dicen que es la Iglesia de los borrachos". Esto solía disgustar a Richard, pero tras investigar, descubrió la razón de esta hostilidad:
"En efecto, cuando repasé la historia del catolicismo en mi pueblo, me di cuenta de que los que aceptaban a los misioneros católicos eran los que habían sido rechazados por otras Iglesias, los que tenían dos esposas y los que bebían alcohol. Una de mis razones para querer servir a estas personas, es hacerles saber a los otros que tienen una visión equivocada de la Iglesia católica. Es una Iglesia que está abierta a todos. Y eso se remonta a Cristo, porque cuando Cristo vino, no murió sólo por los buenos, sino por todos. Esa es la misión de la Iglesia".
Nigeria es un país azotado por la violencia, la delincuencia, los secuestros y la violencia entre etnias e interreligiosa; Así que Richard tendrá mucho trabajo por delante. Dar esperanza a su pueblo será una de las prioridades.
Sin embargo, con la pobreza rampante en el país, la ayuda financiera es lo único que permite que el canto de Richard siga sonando dentro de los muros del seminario. ACN proporciona una ayuda fundamental para las necesidades de los seminaristas y el mantenimiento del edificio. "Ruego a los benefactores que no se cansen de nosotros, sino que sigan adelante. Si no lo hacen, existe la posibilidad de que mañana no quede nadie en el seminario", concluye Richard.