levantamiento de Boko Haram en 2009 en el noreste de Nigeria, donde más de dos millones de personas aún no pueden regresar a sus hogares.
Luego el p. Benedict ha lanzado un llamamiento al gobierno para emprender un camino de colaboración con las instituciones religiosas en los campos educativo y sanitario.
“La pandemia desenfrenada de Covid-19 ha puesto de relieve el estado deplorable del sistema nacional de educación y salud", dice el sacerdote.
"Pedimos al gobierno que colabore con instituciones religiosas y organizaciones de inspiración religiosa que han demostrado un gran compromiso y capacidad para brindar educación y atención médica de calidad a precios asequibles a la gran mayoría de los ciudadanos".
El precario estado de la salud pública lo atestigua la huelga general convocada por los médicos en los hospitales públicos de Nigeria para exigir salarios más altos, una mejor cobertura social y mejores condiciones de trabajo. Las huelgas en el sector hospitalario son frecuentes en Nigeria, cuyos servicios de salud sufren una marcada escasez de fondos. En junio, se convocó una huelga de una semana para protestar por la insuficiencia del equipo proporcionado al personal encargado de tratar los casos de Covid-19.
Con más de 200 millones de habitantes, Nigeria ha registrado más de 55.000 casos de Covid-19, con 1.057 víctimas oficiales. “El Covid-19 ha aumentado el nivel de pobreza. Pedimos al gobierno que tome las acciones necesarias para reducir la pobreza”, dijo Su Exc. Mons. R. Ignatius Ayau Kaigama, arzobispo de Abuja, en el discurso de apertura.
El p. Benedict concluye pidiendo a los fieles que intensifiquen sus oraciones "para que acaben las matanzas sin sentido y la corrupción en Nigeria" y haciendo un llamamiento a los voluntarios para que se ofrezcan como catequistas para incrementar el trabajo de evangelización en la Archidiócesis.