La Prensa
Esta mañana, a un año de iniciarse los problemas entre el pueblo y las autoridades de Nicaragua, monseñor Silvio José Baez, obispo auxiliar de Managua, la capital, dejó el país a instancias del Papa Francisco, frente a las innumerables amenazas de muerte que le llegan día a día.
23 abril, Por un tiempo, está fue la última Semana Santa presidida por el obispo Baez en su querida tierra.
Durante su despedida en el aeropuerto internacional Augusto C. Sandino, Baéz aseguró que su deseo para Nicaragua es que “lleguemos un día a tener una sociedad fundada en la justicia social de la que brota la paz verdadera”.
Pocos momentos antes de abordar el avión señaló a los periodistas “Yo quiero que el pueblo de Nicaragua me recuerde como un amigo y un hermano que les quiere, que no los va a olvidar”.
Pero, su despedida real del pueblo nicaragüense fue este domingo durante la fiesta de la Resurrección del Señor. Allí junto a los fieles que repletaban la parroquia Santo Cristo de Esquipulas señaló: “También dedico mis pensamientos de cariño, dolor y oración por todos los presos políticos, mujeres, hombres y jóvenes que están en las cárceles injustamente. Hoy ha resucitado una víctima que fue torturada y que sufrió las injusticias, Jesús de Nazaret, en el nombre de Jesús, le pido al Señor que nuestros presos políticos recobren muy pronto la libertad que merecen, porque nunca debieron estar presos”, afirmó el prelado.
Monseñor quien es conocido por su uso de las redes sociales, dijo a los fieles presentes: “Aún en medio del dolor tengo una gran paz, una gran alegría. Quisiera decirles que vamos a estar unidos. Y recuerden que hay algo que nos une más que el Whatsapp, más que el correo electrónico y el Youtube y es la oración. Cuando recemos juntos, vamos estar más unidos que nunca. Yo voy a rezar por ustedes, voy a rezar por Nicaragua, ustedes también recen por mí”.
La situación -que ha dejado al menos 320 muertos, centenares de prisioneros, decenas de miles de exiliados y millonarias pérdidas económicas en el segundo país más pobre del continente americano- estalló después de que el 18 de abril de 2018 un grupo de simpatizantes del gobierno atacaran una pequeña protesta de un grupo de pensionados. Ellos reclamaban por una nueva ley que rebajaría sus pensiones, los estudiantes se unieron a su clamor y el descontento se salió totalmente de control. Grupos afines al gobierno y los manifestantes entraron a una espiral que no termina de acallarse.