de las cuales fueron incendiadas, otras saqueadas... Recuerden que hace solo un año sufrimos el paso destructivo del ciclón Kenneth...”. Ese ciclón tropical afectó especialmente a la provincia de Cabo Delgado, causando daños considerables.
Durante el ataque de finales de mayo, la misión de las Carmelitas Teresas de San José se salvó, al parecer, únicamente por estar situada relativamente fuera de la zona asaltada por los terroristas.
“Nuestra misión se salvó porque está ubicada en las colinas, junto a una base militar”.
Por motivos de seguridad tuvieron que regresar el mismo día a la misión donde se habían refugiado y no pudieron quedarse en Macomia.
Desde finales de 2017, la violencia en la región ha causado más de 1.100 víctimas mortales, entre ellas 700 civiles, según la ONG Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED). La violencia ha provocado el desplazamiento de 200.000 personas desde finales de 2017, según datos de la ONU. Según las mismas fuentes, este nuevo asalto a la ciudad de Macomia, que ya acogía a 30.000 personas desplazadas, ha ocasionado un nuevo éxodo.
El Papa dirigió la atención del mundo hacia esta crisis desconocida en su mensaje Urbi et Orbi del pasado abril para el Domingo de Pascua.
En 2015, una delegación de ACN International visitó a las Carmelitas de Macomia a las que la fundación proporcionó un vehículo para apoyar su labor pastoral.
“Lamento profundamente la situación en Macomia y más aún porque conocí personalmente a las Carmelitas durante mi último viaje a Mozambique en mi última visita”, ha señalado Rafael D’Aquí, responsable de proyectos en Mozambique de ACN. La labor de las religiosas le impresionó especialmente explica porque “su compromiso no se extiende solo al internado que dirigen sino también a toda la población de los alrededores”. Además de los alumnos a su cargo, atienden a las familias y maestros. También tiene un programa de ayuda para las madres en el aprendizaje de la lactancia, proporcionando también atención sanitaria primaria a sus bebés.