Hoy el Papa Francisco inició su 31 viaje apostólico y su destino, por cuarta vez, es África, una región donde la fe católica crece cada día más y atrae cientos de vocaciones sacerdotales y a la vida religiosa.
Su primera parada es en Maputo, Mozambique; el viernes se traslada a Antanaviro, Madagascar, para finalizar el recorrido en Puerto Luis en isla Mauricio.
Viaja para abogar por la paz y la justicia social en estas naciones de África. Fortalecer la fe y ver el recorrido de la evangelización.
Maputo es segunda vez que recibe la visita de un Santo Padre. Hace 31 años estuvo en esas tierras el Papa Juan Pablo II y dejó tan buenos recuerdos que esta vez todos quieren estar presentes.
Francisco tiene previsto rendir homenaje a los católicos que fueron decisivos en la difusión de la fe en África, como Jacques-Desire Laval, misionero francés del siglo XIX que dedicó su vida a predicar a los esclavos negros de Mauricio.
Antes de partir el Papa escribió en su twitter: Invito a todos a que se unan a mi oración para que Dios, Padre de todos, consolide en toda África la reconciliación fraterna, única esperanza para una paz sólida y duradera. #Viajeapostólico #Mozambique #Madagascar #Mauricio.
En la primera etapa del viaje, se espera que Francisco aliente el proceso de paz de Mozambique, que dio un gran paso adelante en agosto cuando el partido gobernante Frelimo y la oposición armada Renamo firmaron un nuevo acuerdo de paz. Todo para dejar atrás y olvidar la guerra civil de 16 años que se desató cuando el país dejó de ser colonios portuguesa.
Durante su estadía en Mozambique el pontífice solo tendrá tiempo para visitar Maputo, para decepción de los habitantes de Beira (centro), donde el ciclón Idai mató al menos 600 personas y dejó a cientos de miles sin hogar en marzo. El daño material a las infraestructuras y los cultivos asciende a unos 900 millones de dólares. El sur, salvado de las lluvias, sufre las graves consecuencias de la sequía.
La visita del Papa Francisco está despertando entusiasmo también en la vecina Malawi, donde la Iglesia local intenta facilitar el desplazamiento de quienes deseen viajar a Mozambique. Es así que Maputo está repleto de gente que quiere estar con el Santo Padre y hacerle sentir su cariño. Tanto, que pusieron en práctica una vieja costumbre local que consiste en vestirse todos con una misma tela. Es así que el Papa a su llegada verá a cientos de personas vestidas con su imagen y con textos de sus mensajes. Sin duda una imagen que llamará su atención y la de todo el mundo, que a través de este viaje apostólico conoce la realidad de una Iglesia en salida, generosa y valiente.
En un mensaje de video grabado antes del inicio del viaje, el papa Francisco subrayó la necesidad de "reconciliación fraternal en Mozambique y en África, la única esperanza para una paz sólida y duradera".