el Primer Ministro durante la reunión me aseguró que enviará lo antes posible a la policía o al ejército a Nínive, donde las heridas de los cristianos siguen abiertas". "Le dije a Al-Kazemi que la corrupción debe ser combatida, robar dinero es un pecado", dijo también el Cardenal Sako, refiriéndose al encuentro del domingo. "Así que", concluyó, "él me pidió que estuviera disponible en caso de que necesitara algún consejo, y le respondí que estoy listo.
La llanura de Nínive
Varios cristianos iraquíes que huyeron en 2014, especialmente de la Llanura de Nínive, debido a la persecución del Isis, están regresando lentamente al país. Sin embargo, la falta de seguridad, la intimidación, el acoso y las exigencias de dinero de las milicias y otros grupos hostiles siguen amenazando su presencia en Irak, como se confirma en el reciente informe de la Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN)
"La vida después del Isis: Nuevos desafíos para el cristianismo en Irak".
El riesgo de extinción de la población cristiana
Según ACN, si la comunidad internacional no interviene oportunamente, en el lapso de 4 años la emigración forzada podría reducir la población cristiana, ya reducida durante la guerra contra el régimen de Saddam Hussein, en un 80% en comparación con la que existía antes del ataque del Isis. El riesgo - señala ACN - es la extinción. Además de la falta de seguridad, muchos cristianos iraquíes señalan el desempleo, la corrupción y la discriminación religiosa a nivel social como factores que empujan a las personas a emigrar. Un fenómeno que la Iglesia local trata de detener de todas las maneras posibles, incluso actuando como portavoz del gobierno sobre las preocupaciones y demandas de la comunidad cristiana.