“Hoy de manera especial nos duele, ya que se trata de dos hermanos sacerdotes que estaban cumpliendo con su labor pastoral de proteger y defender la vida del otro. Esta situación de violencia que ha alcanzado niveles alarmantes nos urge a la conversión, al cambio, a ser artesanos de paz siempre a favor de la vida”, ha dicho el obispado de Chihuahua.
El papa Francisco denunció la violencia que azota a México y lamentó el asesinato de dos de sus hermanos jesuitas al final de su audiencia general, el miércoles 22. Ofreció sus oraciones a la comunidad jesuita y dijo que estaba "triste y consternado" tras enterarse del asesinato de los sacerdotes mexicanos: "¡Cuántos asesinatos hay en México! Una vez más, repito que la violencia nunca resuelve los problemas, solo aumenta el sufrimiento inútil".
Siete sacerdotes asesinados en los últimos años
Según el P. Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedial (CCM), institución dedicada a dar seguimiento a los asesinatos de sacerdotes en México, este país sigue siendo uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio. El país contabiliza siete clérigos asesinados durante los tres años y medio que lleva Andrés Manuel López Obrador en el gobierno.
De acuerdo con la información del CCM, apenas el mes pasado fue asesinado el padre José Guadalupe Rivas Saldaña, cuyo cuerpo, después de estar desaparecido, fue localizado en un rancho cercano a la Hacienda Santa Verónica, en Tecate, Baja California. El 30 de agosto de 2021, fue asesinado José Guadalupe Popoca Soto, párroco del templo de San Nicolás de Bari, perteneciente al municipio de Zacatepec, Morelos. El 12 de junio de 2021, el religioso franciscano Juan Antonio Orozco Alvarado cayó víctima de un fuego cruzado entre dos carteles rivales, en la comunidad tepehuana de Mezquital, Durango. El 28 de marzo de 2021, se reportó el hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote Gumersindo Cortés González, quien trabajaba en la diócesis de Celaya, Guanajuato. El 23 de agosto de 2019, fue asesinado el sacerdote José Martín Guzmán Vega, en la comunidad de Cristo Rey de la Paz, ejido Santa Adelaida, perteneciente a la diócesis de Matamoros, Tamaulipas.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre lamenta estos hechos que ponen una vez más de luto a la comunidad católica mexicana y denuncia, como lo ha hecho en el Informe de Libertad Religiosa en el mundo 2021, las violaciones de la libertad religiosa en países latinoamericanos con un historial de atentados contra los derechos humanos. Específicamente en México se siguen cometiendo secuestros y asesinatos de sacerdotes como los dos jesuitas que murieron defendiendo sus ideales y en un templo religioso. Eran personas alegres de corazón, que siempre vivieron el don del servicio. Como muchos otros pastores fueron asesinados por atender sus responsabilidades pastorales, por intentar proteger a sus comunidades y por hablar en contra del crimen organizado.