Pakistán es un país con casi 200 millones de habitantes, siendo el 95% musulmán. Los cristianos son sólo el 2% de la población. En esta minoría, se encuentra el Cardenal Joseph Coutts, Arzobispo de Karachi, que visitó Brasil por primera vez a invitación de la ACN. El Cardenal Coutts participó en la 57 ° Asamblea General de la CNBB para hablar sobre la realidad de los cristianos en Pakistán.La llamada Ley de la Blasfemia
17 junio, ACN Brasil, En su visita el Cardenal explicó que el mayor problema enfrentado por las minorías es el mal uso de la llamada Ley de la Blasfemia, introducida en Pakistán en 1986. De acuerdo con la ley, el que habla contra el profeta Mahoma, o mancha su nombre por escrito o de cualquier otra forma, será condenado a muerte.
“Aunque esta ley tiene la intención de proteger el honor del Profeta Mahoma y del Libro Sagrado, ella puede ser fácilmente usada de manera inapropiada. Es muy fácil para un musulmán acusar a alguien de blasfemia. En muchos casos, se trata de una acusación infundada, pero el acusador usa la Ley de la Blasfemia como medio de venganza por motivos personales “, dice el Cardenal Coutts.
A pesar de enfrentar muchas dificultades, Mons. Coutts es muy optimista y está en comunión con los cristianos en todo el mundo. “Sabemos que hay cristianos que sufren en otros lugares del mundo. Aquí en Brasil existen muchos cristianos que pasan por necesidades enfrentando una gran pobreza. También sé que muchas personas con pocos recursos son muy generosas y rezan por nosotros. Eso nos da el valor para continuar. Sabemos que no estamos solos “.
El Cardenal Joseph Coutts llevó su testimonio en Aparecida; en la Hacienda de la Esperanza de Guaratinguetá; en la Comunidad Canção Nova en Cachoeira Paulista; además de diversas otras actividades en las ciudades de Río de Janeiro y Belo Horizonte. “Venir a Brasil fue una experiencia muy agradable, es una Iglesia viva. En cada lugar que pasé vi señales de cómo la fe de ustedes es fuerte”.
ACN llevando esperanza al mundo
Hace ya muchos años que ACN ayuda a los cristianos en Pakistán. “Sé que lo que recibimos como ayuda son frutos de oración y de sacrificio. Me gustaría aprovechar esta ocasión para agradecer a ACN y a todos sus bienhechores, que nos animan a seguir siendo testigos de la fe en un país no cristiano como Pakistán. ACN nos ayuda a construir nuevas iglesias, nuevos conventos y nos ayuda con la formación de nuevos sacerdotes. También nos colaboran con la publicación de libros religiosos, la traducción de la Biblia a nuestra lengua (Urdu), especialmente la Biblia del Niño. En fin, ACN nos ha ayudado mucho y siempre está muy cerca de nosotros.
Las Misas que estoy celebrando aquí, las ofrezco para ustedes, que son bienhechores, para los voluntarios y colaboradores. He visitado varias oficinas de ACN en el mundo y puedo decir que no son sólo una entidad que recaba recursos. Ustedes rezan por aquellos que más sufren y llevan esperanza al mundo. En Pakistán, somos una pequeña iglesia que rezamos por ustedes. Aquí, ustedes son una Iglesia grande, nunca había visto tantos obispos! ¡Rezad por nosotros!