El Vaticano confirmó hoy que la semana próxima (9 de abril) acogerá un “retiro espiritual” de los dos líderes de Sudán del Sur, el presidente Salva Kiir y el líder opositor, Riek Machar, para tratar de impulsar la aplicación del acuerdo de paz.El portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, afirmó que “hay en programación para la próxima semana en el Vaticano un retiro espiritual para los líderes de Sudán del Sur”, sin dar más detalles.
Sin embargo, ayer, 2 de abril, ambos líderes anunciaron que fueron invitados por el papa Francisco y manifestaron su intención de acudir al Vaticano, pero Machar depende de si recibe una autorización, pues se halla en régimen de arresto domiciliario.
Francisco recibió en el Vaticano al presidente Kiir el pasado 16 de marzo y le confirmó su intención de visitar el país africano “como signo de cercanía a la población y aliento al proceso de paz”.
Los objetivos principales del encuentro serán trabajar la confianza y ayudar a acercar a los dos líderes, explicó Manawa Peter, portavoz del líder opositor Riek Machar en declaraciones a Radio Tamazuj.
De esta forma se confirma que el Papa Francisco mediará para encontrar una salida pacífica en el país africano, inmerso desde finales de 2013 en una guerra civil que ha enfrentado a las fuerzas leales a Kiir con los partidarios de Machar, su antiguo vicepresidente, y otros grupos armados.
Ahora el objetivo será acercar a ambas partes cuando faltan pocas semanas para la formación de un nuevo Ejecutivo de transición, que deberá integrar a representantes de los dos bandos y cuya constitución está prevista para el próximo 12 de mayo.
El acuerdo de paz entre el Gobierno y la oposición armada, firmado el pasado agosto en Jartum y ratificado en septiembre en Adís Abeba, quiere zanjar el conflicto desatado a finales de 2013.
Ese pacto estipuló un plazo de ocho meses para la creación de un Ejército nacional que integre a combatientes rebeldes, entre otros puntos que todavía no se han materializado por falta de fondos.
Sin embargo, el éxito del plan Vaticano depende de que a Machar se le autorice a salir del país. Como explicó su portavoz, Manawa Peter, para que Machar pueda viajar a la Sante Sede la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo de África Oriental (IGAD) debe levantar el arresto domiciliario que pesa sobre el antiguo vicepresidente.
Machar vive bajo arresto domiciliario en Jartum, la capital de Sudán. “No puede moverse sin permiso de la IGAD”, recordó su portavoz, que denunció que este ha pedido permiso “para visitar algunos países de la región para impulsar el proceso de paz pero no ha recibido una respuesta positiva hasta ahora”. “Pedimos a la IGAD que libere a Machar”, reclamó.
La mayor parte de los grupos rebeldes de Sudán del Sur, incluida la principal facción liderada por Machar, aceptaron el pacto, que supone el segundo intento de poner fin a un conflicto de tintes étnicos que estalló a finales de 2013.
El conflicto en Sudán del Sur ha provocado una grave crisis humanitaria. Más de 2,3 millones de sursudaneses han buscado refugio en los países de la región mientras que otros 1,9 millones están desplazados dentro del país. Además, casi siete millones de personas tienen problemas para garantizar su alimentación.